Instituciones públicas y privadas de Portugal y Galicia han mostrado a lo largo de los últimos meses un gran interés por los «Groasis Waterboxx» del programa «Los desiertos verdes» que ya se han implantado en la comarca de Aliste como una alternativa, parece ser que más viable, para proceder a la recuperación y restauración de las antiguas minas de wolframio que tuvieron su apogeo durante la Segunda Guerra Mundial.

El wolframio o tungsteno es un metal escaso en la corteza terrestre. Se trata ante todo de un material estratégico y muy codiciado desde la Segunda Guerra Mundial en que Alemania importó la mayor parte de la producción española y portuguesa. Valga como ejemplo que el gobierno de Estados Unidos mantiene una reserva para seis meses al considerarse imprescindible junto a los productos de primera necesidad para la supervivencia. En la actualidad es muy utilizado también para electrodos para soldaduras, aleaciones con el acero y las lamparas incandescentes.

La caja Groasis Waterboxx ideada por el holandés Pieter Hoff cuenta con dos modelos alternativos: uno normal de biopolímeros, biodegradable, para una sola vez, y otro de polipropileno que es reutilizable.

La primera actuación consiste en la preparación del suelo y la perforación con taladro mecánico del hoyo circular. Tras poner la planta o las semillas, y un cartón para que no crezcan las hierbas a su alrededor, se coloca la caja, de 25 centímetros de altura, que va unida con una mecha de 12,5 a la tierra para transmitir la humedad. Finalmente la caja se llena con 4,5 litros de agua. A partir de ahí la caja contribuye con la humedad suficiente a la planta manteniendo el nivel del agua, pues lo que se consume por el día lo recupera con el rocío de la noche, humedad del aire y también a través de la lluvia.

El novedoso sistema de riego de Pieter Hoff con sus Groasis Waterboxx es ya utilizado por el proyecto internacional «Los desiertos verdes» que dirige Aven Kallen y coordina Zacarías Clérigo de la Universidad de Valladolid. En él participa el municipio integrado por Riofrío, Sarracín, Cabañas y Abejera de Tábara donde España participa junto a otros 24 países entre ellos algunos con ecosistemas tan diferentes como Omán, Etiopía, Barhein, Kenia, Egipto, Marruecos, México, India o Ecuador.

En España destaca la utilización de Groasis Waterboxx en lugares tan emblemático como el desierto de Los Monegros de Aragón y la ladera de la estación de esquí de San Isidro en León. En Zamora ya se ha utilizado en la plantación de pinos en la Sierra de la Culebra en Sarracín, y en la recuperación de las escombreras de las canteras de pizarras ornamentales ubicadas en Abejera de Tábara y Riofrío de Aliste. La última novedad esta siendo su utilización en Valer de Aliste en una finca experimental de plantas de arándanos, grosellas y moras, bajo el proyecto Agrinndif de la Diputación de Zamora.

El Groasis quiere ser una contribución para reforestar el mundo sin la necesidad de la irrigación, más en unos tiempos donde el cambio climático supone un gran reto para la agricultura y la selvicultura tanto en países desarrollados como en vías de desarrollo. Los problemas de la sequía y la erosión van en aumento: en España la desertificación crece un 8% cada año.