Los ayuntamientos de la provincia de Zamora con embalses y con los términos municipales salpicados de torretas de alta, media y baja tensión podrían incrementar sus ingresos con el cobro de cuotas tributarias que, hasta ahora, o perciben por debajo de lo que deben porque no responden a la realidad, o no cobran siquiera.

En cuanto a los embalses, todos son «susceptibles» de una revisión del valor catastral que supondría un importante incremento de la cuota tributaria y, en consecuencia, mayores beneficios para los ayuntamientos afectados por este tipo de estructuras hidroeléctricas. Con especial aumento, los de mayor dimensión.

El embalse de Almendra, por ejemplo, que actualmente tiene un valor catastral de 170 millones de euros, podría ver incrementado su valor en unos 51 millones de euros. Ricobayo, valorado en estos momentos en unos 22 millones de euros, podría elevarse hasta «un discutible» 40%. Cernadilla, Castro, Valparaíso, Villalcampo y cualquier otro embalse está valorado por debajo de su precio real y, por ello, los municipios perciben unos ingresos inferiores a los debidos.

Tales pérdidas son echadas de menos en estos momento de crisis que ha llevado «al quebranto» a algunos ayuntamientos del país, «o a que entraran en déficit». La cobranza, en su justa medida, de los impuestos sobre bienes inmuebles de características especiales «es una expectativa de futuro y un canto de esperanza» para los municipios, según expresaron ayer representantes de la Federación de Municipios con Embalses y Centrales Hidroeléctricas, que animaron a los alcaldes de los Ayuntamientos afectados por estas construcciones hidroeléctricas a iniciar, sin demora, expedientes de revisión.

«Nos hemos dado cuenta que hay grandes embalses a los que se les podría sacar más valor y más cuota tributaria para los ayuntamientos si se hiciera un proceso de concordancia de la realidad con lo que existe en el Catastro», expresó ayer el jurista Javier Gonzalo, respaldado en todo momento por el ingeniero de caminos, Isidro Balboa, especialista en valorar los complejos hidroeléctricos.

Al acto informativo asistieron alcaldes o secretarios de prácticamente todas los municipios afectados por presas y embalses de Zamora, lo que prueba el interés de los regidores por meter en sus arcas fondos con los que acometer obras o iniciativas. Rogelio Carracedo, de Porto; Alejandro Fermoselle, de Fermoselle; Manuel Ramos, de Fariza; Teófilo Moralejo, concejal de Villar del Buey; Francisco Antón Rapino, de Mombuey; Jesús García, de Villardeciervos; Herminio Aparicio, de Cernadilla; Javier Aguado, de San Cebrián de Castro; y Silvestre Antonio Fernández, de Villardiegua; así como representantes procedentes de la zona salmantina se pusieron ayer al corriente.

La revisión de los valores catastrales de los embalses, y, por tanto, el incremento de la cuota tributaria sería «una nueva posibilidad de mejorar la maltrecha financiación locales en esta época de crisis» expresó ayer Javier Gonzalo, que reincidió en que «es posible aumentar el valor catastral del impuesto de bienes inmuebles de características especiales porque, en los estudios previos realizados en Zamora, casi todos los embales son susceptibles de aumentar su valor catastral, algunos un 30%, otros un 5%». «Interesa muchísimo hacer la revisión catastral. Consideramos que aportará beneficios a los ayuntamientos» dijo.

Reparando en el embalse de Almendra, el ingeniero Balboa, señaló que «es un monstruo que, por ser tan grande, se les han olvidado muchas cosas a los que hicieron la valoración, cosas que se pueden poner en valor con un inventario bien hecho. Puede aumentar muchísimo su valor catastral actual». Se hizo hincapié en que Catastro carece de personal especializado, de medios y de tiempo para hacer valoraciones correctas. No obstante, destacaron que Catastro es quien tiene la última palabra y la que valida las valoraciones. La Federación ofreció a los alcaldes tomar las riendas, con «la filosofía de que hacemos el trabajo y si los ayuntamientos tiene beneficios cobramos, y si no los tiene, no».

Animaron, además, a decidirse a la revisión antes de finalizar el año para así comenzar a cobrar el incremento de cuota en el año 2013. Gonzalo advirtió otro aspecto: «que las eléctricas recurrirán ante los juzgados, porque todo lo recurren».