Y van tres. El alcalde de Moraleja del Vino, Guillermo Freire, suspendió por tercera vez el pleno ordinario de la corporación por considerar que el grupo de concejales de Izquierda Unida en la oposición no debe grabar las sesiones sin haber debatido antes el primer punto del orden del día que precisamente versaba sobre la regulación de las grabaciones «con las que yo estoy de acuerdo, pero no sin llegar a un acuerdo sobre las normas en las que se tiene que basar», expresaba el máximo mandatario municipal.

La sesión plenaria estaba convocada para las doce y media del mediodía y a esta hora, con puntualidad, entraba el equipo de Gobierno en la sala de plenos, al igual que lo hacía la oposición formada por un concejal socialista, los tres de Izquierda Unida, el diputado provincial de la misma formación, Francisco Molina y Santiago Fernández Vecilla, coordinador provincial de IU, así como un exconcejal del mismo grupo.

Al medio minuto de comenzar la sesión el alcalde, Guillermo Freire instó a Vecilla a que dejara de grabar ya que si bien mostró su conformidad de las filmaciones en vídeo, no estaba dispuesto a permitirlas antes de regular las mismas, cuestión que según expresaba se debía debatir precisamente en el primer punto del orden del día. Francisco Domínguez, portavoz de IU en el Ayuntamiento, se opuso a la decisión del alcalde, ya que el pleno «no tiene potestad para erigirse en garante de la legalidad, porque la ley ya dice que es público y se puede grabar en él». A lo que sí parece que estaba dispuesto el grupo de concejales de IU es a consensuar una especie de reglamento de régimen interno para regular las grabaciones: «Y es bien fácil porque nos puede convocar a los portavoces y entre todos hacerlo, pero no vamos a pasar por la imposición de no grabar el pleno, sin debatirlo antes de aprobar esta cuestión».

De esta manera el Pleno ordinario, que por primera vez se debía celebrar el 5 de julio, se suspendió en agosto y ahora en octubre, por el mismo motivo y con los mismos puntos a debatir, aunque en esta ocasión, como novedad se llevaba a la sesión plenaria el calendario de fiestas y una moción del grupo socialista a favor del municipalismo.

La adhesión al Consorcio de Bomberos y la aprobación del reglamento de perros eran los asuntos que volvieron a quedar pendientes y que iban ya en el pleno de julio.