Un incendio, presuntamente intencionado, que surgió en la mañana de ayer en las inmediaciones de Santa Cruz de Abranes con tres focos simultáneos, arrasó más de 2.000 hectáreas y puso en peligro a lo largo de la noche a las localidades de Lobeznos, Ungilde y Puebla de Sanabria.

Inicialmente Medio Ambiente clasificó el fuego como de nivel 1, pero a las 9 de la noche las llamas se acercaban a Lobeznos y Ungilde, lo que motivó que el delegado territorial de la Junta, Alberto Castro, ordenara elevar el nivel de peligrosidad del incendio al nivel 2.

A las 10 de la noche uno de los frentes amenazaba la estación de ferrocarril de Puebla de Sanabria, por lo que Adif ordenó cortar la vía a pesar de que no estaba previsto el paso de ningún tren hasta las dos de la madrugada. Los servicios de extinción de incendios pudieron contener la cabeza de este frente, que se reavivó durante unos minutos hacia las 11 de la noche, quemando también la ladera que baja hacia el río Tera, antes de ser controlado de nuevo. En este momento hubo que realizar un cortafuegos de urgencia para evitar el avance del fuego hacia un grupo de viviendas.

A las 22:30 horas las llamas rodeaban el anexo de Ungilde y algunos de los vecinos de esta localidad colaboraban en la extinción del incendio, que se pudo contener antes de que ninguna propiedad se viera afectada.

Mientras tanto, otro frente avanzaba a gran velocidad hacia Lobeznos, causando gran pavor entre sus habitantes. En las inmediaciones de esta localidad el fuego amenazó dos explotaciones ganaderas que los servicios antiincendios consiguieron salvar.

El servicio territorial de Medio Ambiente afirma que el incendio se inició a las 13.11 horas, aunque fuentes vecinales de Robleda-Cervantes aseguran que los tres focos, aún pequeños, eran visibles desde este pueblo desde las 11 de la mañana. A mediodía, la temperatura era de 25 centígrados y había rachas de viento de hasta 20 kilómetros por hora, un ambiente muy propicio para la propagación de las llamas. A lo largo de toda la tarde una gran humareda densa y oscura que se extendía hacia el este era perfectamente visible desde gran parte de Sanabria y La Carballeda.

Durante estas horas el fuego arrasó monte bajo en zonas de vaguada, pero posteriormente, pese a los esfuerzos por impedirlo, se adentró en un pinar, lo que dificultó su extinción ya que este tipo de árbol arde muy rápidamente y contribuye a extender las llamas. Al anochecer el fuego ya era visible desde una docena de localidades de la zona.

Participaron en la extinción del incendio numerosos medios aéreos: los helicópteros de las bases de Rosinos de la Requejada, Villardeciervos y Villaralbo y dos de Tabuyo (León), así como un sexto helicóptero de coordinación. También participaron dos aviones anfibios de Matacán (Salamanca), uno Labacolla (Santiago de Compostela) y dos aviones de carga en tierra de Rosinos de la Requejada.