La llamada laguna grande de Manganeses de la Lampreana aparece cada día más reducida a una pequeña charca. La sequía hace estragos. Como ya informó este diario, miles de carpas murieron por falta de oxígeno y otra pequeña parte de los peces pudieron ser salvados gracias a un rescate con la ayuda de pescadores de Benavente y Castrogonzalo. Sin embargo todavía hay carpas que sobreviven en el pequeño rastro de agua y que día a día van muriendo. Los alrededores de la laguna están sembrados de peces muertos, muchos menos de los que ha habido después de que los guardas de la Reserva de las Lagunas de Villafáfila retiraran miles de cadáveres.