La bodega comunitaria de El Pulijón, de Fermoselle, y otro edificio de la localidad de Gáname serán dos de las construcciones que monitorizarán los responsables del proyecto Biourb, que ayer fue presentado públicamente en el Centro Cultural de Trabanca. Es un proyecto enmcarcado dentro del Programa de Cooperación Transfronteriza España-Portugal, que se desarrolla con el apoyo de la Unión Europea y con la financiación del Feder y de Pocctep.

El proyecto se desarrolla por el territorio transfronterizo de Castilla y León y norte de Portugal y se han catalogado un total de 85 edificios pertenecientes a 26 poblaciones. Con la monitorización de los edificios se obtendrán datos sobre la temperatura, la humedad y otros parámetros de diferentes puntos y las conclusiones servirán para aplicar al arquitectura moderna.

El proyecto es liderado por el Ente Regional de la Energía de Cala colaboración del Ayuntamiento de Trabanca, la Cámara municipal de Mogadouro, la Fundación Cidaut, la Cámara municipal de Braganza y el. Se pone de manifiesto que «en el contexto actual se está exigiendo un cambio de modelo constructivo orientado a la minimización de la demanda energética de los edificios y los núcleos urbanos». Es en base a este criterio a que se pretenda «incentivar la construcción de edificios más eficientes y la rehabilitación de edificios para consumir menos energía». Los responsable de Biour han observado que las construcciones de Arribes conlleva tal eficiencia energética y consideran «posible identificar y estudiar el funcionamiento de las soluciones bioclimáticas tradicionales y aplicarlo a la rehabilitación y arquitectura moderna». Ven posible, además, «crear nuevos procedimientos de certificación que incorporen criterios de minimización de demanda energética por parte de los edificios». La presentación corrió a cargo de los arquitectos Pablo Farfán y José Luis Estella, la representante del Eren, María del Puy y del técnico del Instituto de la Construcción de Castilla y León, Felipe Romero.