Una vecina de Rionegro del Puente, Adelaida Felipe Gónzalez, lleva casi una década sufriendo humedades en el interior de su domicilio, a causa de las filtraciones de agua que proceden de la vía pública, sin que se sepa el origen real de las aguas y cuyo efecto es visible en los suelos y las paredes. De ahí que haya reclamado en repetidas ocasiones al alcalde actual y al anterior el saneamiento de la calle para evitar que el agua llegue a su casa.

El caso no tendría mayor trascendencia salvo que Adelaida, pensionista y viuda, se ha gastado prácticamente todos sus ahorros en acondicionar la vivienda por dentro y por fuera para frenar la acción de la humedad continuada. Desde el Ayuntamiento no se ha tomado ninguna resolución al respecto y es ella, la que en la medida de sus posibles acomete en estos momentos la ejecución de una zanja ante su fachada para acometer el aislamiento de los cimientos de la vía pública, aunque cuando comenzaron a construir la vivienda, hace varias décadas, «encontramos mucha piedra» el mejor aislante natural. El matrimonio, con tres hijas, fue ejecutando poco a poco las obras. «Mi marido era un muy buen carpintero y tenía habilidad para estas cosas» y así fue construyendo el hogar poco a poco, primero la planta a ras de la calle y luego, cuando la familia creció, se levantón la segunda planta.

La humedad ha afectado a las dependencias más cercanas a la vía, principalmente a lo que fuera el dormitorio de Adelaida. El suelo de esta dependencia, en estos momentos, está levantado en su totalidad, donde las canalizaciones de la vivienda evidencian que están en buen estado. Las aguas se han filtrado hasta el patio trasero afectando a un par de garajes y lo que fuera una antigua bodega, donde su marido, ya fallecido, conservaba las barricas de vino. Recientemente los Bomberos de Rionegro intervinieron pero para sacar el agua de este edificio. Anexo a él está una cocina para los productos de la matanza, con una chimenea francesa, y una cuarta de humedad que sube por la pared y que ha dañado el encalado.

La humedad que se filtra por las paredes afecta a la solidez de la construcción. Adelaida Felipe achaca las grietas a esas filtraciones de agua del subsuelo, unas grietas que están en el comedor, en las terrazas, en algunas habitaciones y pasillos. Precisamente la habitación donde duerme tiene una grieta. «Hay noches que no duermo, pensando en la casa». La peor palabra que ha recibido en su caso, fue del alcalde cuando le manifestó que «quien te hizo mal las cosas que venga y las haga bien», una contestación de que contrasta con el estado que presenta la casa, y no por el abandono de su propietaria.