Los vecinos de Arquillinos acudieron ayer a la localidad de Pajares de la Lampreana para cumplir un año más y como manda la tradición con el voto a la Virgen del Templo.

La inestabilidad de la mañana marcada por el viento y las nubes no impidió que al mediodía los peregrinos hicieran su entrada en la plaza precedidos por su pendón. Un año más se volvió a cumplir con el protocolo: saludo de las cruces guías con tres venias, seguido del saludo de pendones.

Tras una breve oración pronunciada por el párroco se produjo el intercambio de bastones entre el teniente alcalde de Pajares José María Cuerdo Rojo y el alcalde de Arquillinos, Cándido Salvador Cuerdo, en presencia de las mayordomas de este año, honor que ha recaído en Josefa Martín y María Elena Cuerda. Después los habitantes de los ambos municipios emprendieron el camino hacia la ermita donde se celebró la Santa Misa, amenizada por la música de «La Arracada».

En el interior del templo, la alcaldesa de Pajares de la Lampreana, Carmen Rodríguez, dio la bienvenida a los romeros y pidió que la «Virgen del Templo nos proteja a todos para que el próximo año podamos volver a reunirnos de nuevo aquí».

Una vez concluido el oficio religioso se realizó en los alrededores una degustación de vinos y dulces típicos de la tierra entre todos los asistentes, una vez que las nubes dieron tregua y el sol comenzó a salir tímidamente. Ello propició que se pudiera realizar la paellada prevista cerca de la ermita y que pudiera ser degustada por los numerosos vecinos de ambas localidades terracampinas que acudieron a la romería. También se pudieron disputar los juegos autóctonos programadas como la calva, la petanca, tira soga y como no, los de meses tan arraigados en las sobremesas como el mus y el tute. El que la fiesta coincidiera en fin de semana favoreció una asistencia masiva a la zona y la animación se prolongó a lo largo de toda la tarde acompañada por los sones de la charanga.

A las seis de la tarde finalizó el encuentro y tras la última visita a la Virgen del Templo y el rezo de la salve se despidieron los dos pueblos con un nuevo intercambio de bastones.