Las localidades de Venialbo y Coreses cumplieron un año más con la tradición y mostraron su devoción a San Isidro con la tradicional procesión y con la bendición de los campos, que después de las últimas lluvias caídas en la provincia parecen que van a recuperarse poco a poco.

En Venialbo los actos festivos en honor del Patrón de los agricultores se inició con la procesión que salió del templo Nuestra Señora de la Asunción y emprendía su recorrido por la calle del Caño y junto al Río Talanda se detenía para proceder a la tradicional bendición de los campos. La procesión cruzaba el Puente y entre cánticos a San Isidro regresaba al templo de salida y allí tenía lugar la eucaristía en honor del Santo. Finalizada la misa la cofradía de San Isidro procedía al cambio de varas y los cofrades Miguel Ángel Sánchez Palacios entregaba el testigo a Eladio Vega Charro como mayordomo entrante junto a Antonio Almeida Garretas.

El santo cuenta en Venialbo con una cofradía que a lo largo de la semana ha venido participando en diversos actos religiosos en honor al santo como «el novenario». El día 14 lunes los cofrades participaban en la vísperas y a continuación al refresco ofrecido por uno de los cofrades Antonio Almeida.

El día de San Isidro la cofradía participó en el tradicional rosario y a continuación la cofradía era invitada a un refresco por el Mayordomo entrante Eladio Vega Charro.

En la localidad de Coreses el Santo también fue agasajado por los vecinos del pueblo, los cuales, como cada año se vuelcan en celebrar la festividad con diferentes actos festivos.

Así, por la tarde la imagen de San Isidro recorrió las principales calles de la localidad y este año la procesión se dirigió en dirección Requejo y tras salir del casco urbano el párroco de Coreses, bendijo los campos, para después regresar de nuevo a la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción.

Tras la procesión y al anochecer el pueblo fue invitado a cenar carne guisada como viene siendo habitual desde hace ya tiempo. Este año se estrenaron como cocineros Carmen y Manuel, los actuales propietarios del club de jubilado de dicha localidad y según los que degustaron las viandas «estaban muy buenas. Excelentes».

Por otro lado, agricultores del municipio coresino pidieron a San Isidro que «mande más agua para los pantanos y embalses para que no ponga en peligro los cultivos de maíz y remolacha que son tan fundamentales para la vida de nuestro pueblo».