El consejero de Fomento y Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León, Antonio Silván, y la conselleira de Medio Rural y Mar de Galicia, Rosa Quintana, sentaron ayer las bases para la puesta en funcionamiento de un proyecto piloto entre ambas comunidades que consistirá en la instalación de cámaras de detección térmica en los territorios limítrofes, con el fin de detectar «el más mínimo foco de incendio» forestal que se registre y poder empezar a sofocarlo «en el momento inmediato» y evitar así su propagación.

Silván aclaró que esta iniciativa se llevará a cabo en territorios contiguos con un ámbito de influencia del que puedan beneficiarse ambas autonomías. Aunque no se ofrecieron fechas concretas para la entrada en funcionamiento de este proyecto, Silván aseguro que se quiere poner en marcha «cuanto antes», aunque la «realidad» es que previamente hay que tener en cuenta la inmediatez de una temporada «complicada».

El consejero de Fomento recordó que un proyecto como éste ya se ha aplicado como proyecto piloto en la provincia de Soria con «muy buenos resultados», ya que el nivel de incendios en este territorio es «bajo», de ahí que se haya decidido trasladarlo a las zonas limítrofes de León y Zamora.

Por último, Antonio Silván resaltó la importancia de la «colaboración» entre territorios para mejorar la «eficacia, la eficiencia y la vigilancia» en la lucha contra incendios.