La Dirección General de Industria Alimentaria del Ministerio de Agricultura dejó en suspenso la protección nacional transitoria concedida a la modificación de la Indicación Geográfica Protegida Lechazo de Castilla y León por un recurso presentado que argumenta que la raza de ovino assaf, que se pretendía incluir en el nuevo reglamento, no es originaria de Castilla y León, sino de Israel, según publica el Boletín Oficial del Estado (BOE).

Varias asociaciones de criadores de ganado ovino (Asociación Nacional de Criadores de Ganado Ovino de Raza Churra, la Federación Española de Asociaciones de Ganado Selecto y la Asociación Española de Criadores de Ganado Ovino Selecto de Raza Castellana) habían recurrido el cambio de reglamento.

Los antecedentes se iniciaron mediante Resolución de 15 de marzo de 2010, del director general del Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León, publicada en el Boletín Oficial de Castilla y León de 30 de marzo de ese año, por el que se adoptó e hizo pública la decisión favorable en relación con la solicitud de modificación de la IGP.

Posteriormente, a solicitud de la Junta de Castilla y León, el Ministerio concedió a la citada modificación, mediante resolución de 27 de mayo de 2011, una protección nacional transitoria prevista en el artículo 5.6 del Reglamento (CE) 510/2006 del Consejo, de 20 de marzo de 2006, sobre protección de las indicaciones geográficas y de las denominaciones de origen de los productos agrícolas y alimenticios.

No obstante, la Sección Primera de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León dictó sentencia de 28 de febrero de 2012, en la que revocando el auto dictado por el Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 4 de Valladolid el día 7 de octubre de 2011, acordó la suspensión cautelar de dichos actos administrativos.

Hasta la modificación del reglamento, la IGP amparaba solo lechazos de raza de ovino castellana, churra y ojalada obtenidos en áreas por debajo de los mil metros de altitud de Castilla y León, mientras que la Marca Colectiva hacía lo propio con todas las razas y en toda la Comunidad. Por ello, las asociaciones recurrentes no estaban de acuerdo en incluir a la raza israelí en la IGP, dado que la modificación del reglamento pretendía aunar las dos figuras.