Diversos pueblos de la provincia de Zamora celebraron ayer San Isidro con la tradicional procesión y bendición de campos, y festejándolo además con un vino español o una merienda de mayor calado, como es el caso de Fresno de la Ribera, por ser el patrón local. Fresno cerró ayer sus fiestas patronales sacando en procesión las imágenes de San Isidro, de la Virgen y de San José, que fueron portadas por jóvenes y mayores por la carretera de Matilla hasta la alameda que llaman La Bazca. Allí se bendijeron los campos con gran tronío de cohetes. La procesión hubo de hacer este año la misma ruta de ida y vuelta porque el trazado del AVE «ha alterado el itinerario normal». La jornada culminó con juegos autóctonos y una degustación popular de vaquilla. Las notas del grupo «Fantasía» pusieron las notas musicales que animaron el baile de la verbena.

La villa de Fermoselle también cumplió ayer con San Isidro y, además de los actos religiosos, buena parte de la población aprovechó el buen tiempo para disfrutar en la Plaza Mayor del vino español y las alegres notas de las músicos locales, según expresó el alcalde popular Alejandro Fermoselle.

Los agricultores de Corrales tuvieron ayer sobrados motivos para festejar por todo lo alto a su patrón, San Isidro Labrador. «Las lluvias de esta primavera han salvado la cebada y el trigo» explicaba Ángel Gutiérrez, presidente de la Junta Agropecuaria Local a la que pertenecen cerca de veinte agricultores a título principal. «En el regadío se ha ahorrado mucha luz porque nosotros no tenemos ningún canal de riego y todo va por pozos» dijo. Al margen de las positivas estimaciones y del contento de este colectivo, la fiesta que anualmente sufraga el Ayuntamiento comenzaba con una alegre procesión en la que participaban decenas de vecinos de Corrales que marchaban acompañando al santo, junto a las autoridades locales, provinciales y regionales, como el delegado de la Junta, Alberto Castro, o la diputada socialista Maribel Perero, que se unían al alcalde Alfonso Martín y el resto de concejales. Es una jornada declarada fiesta oficial en el pueblo y que ayer lucía una excelente climatología que animaba a los corralinos a participar de los actos religiosos y de la bendición de campos que ejercía el párroco José de la Prieta. A primeras horas de la tarde se congregaban en el teatro municipal para tomar un vino español y marcarse unos bailes al ritmo del grupo «La Espadaña del Duero». El Plantío acogía a muchas familias que se acercaron a merendar compartiendo mesa y mantel con amigos y vecinos. La jornada se cerraba con una verbena popular en horario nocturno.

Manganeses de la Lampreana fue otro pueblo que celebró San Isidro con rigor tradicional, con celebración religiosa, procesión y bendición de campos para disponer de unas cosechas provechosas y rentables.