La imagen de Nuestra Señora la Virgen del Puerto ha cumplido sus «Bodas de Diamantes» desfilando por los campos tras el robo de la antigua y original durante la Segunda República, estrenándose la nueva ya en plena Guerra Civil.

Vecinos, emigrantes y foráneos se dieron cita en el primer fin de semana de mayo para venerar por todo lo alto a su amada Virgen de Puerto. Tras dos días de intensas lluvias el temporal de agua hizo un alto en el camino para que los devotos pudieran sacar a la Gran Señora por los campos. Este año las mayordomas de la Virgen fueron Montserrat Campo González y Paquita Alfonso Crespo.

El canto del ramo, el rosario y la Salve dieron paso a a la procesión. Santiago Campo Alfonso abría la comitiva con la Pendonilla, el alcalde José Fernández Franco portó al Crucificado y Manuel Fernández Caballero la Cruz de Plata. Los más pequeños al Niño Jesús en andas.

El Ramo, grande y esplendoroso, de primaverales frutas y dulces artesanos, históricamente uno de los emblemas de la romería, fue portado por el joven mozo Alberto Crespo Vaquero, nacido el 30 de septiembre de 1986, cuyo padre es de Losacio y su madre de San Vicente de la Cabeza: «Lo hago por devoción, me ofrecí, hice una promesa y hoy la cumplo con mucho orgullo y agradecimiento a la Virgen. Para mi portar el Ramo es un honor, algo inolvidable». Emocionado seguía sus pasos su abuelo Pascual («Pascualín») uno de los históricos tratantes de ganado vacuno en el siglo XX en la Raya. Uno de los momentos más emotivos fue los saludas entre la Virgen del Rosario y la Virgen del Puerto.

Tras el recorrido campestre tenía lugar la subasta donde los vecinos volvieron a mostrar sus eternas y sinceras creencias religiosas y su devoción. «La Virgen del Puerto es algo único para Losacio, todos los vecinos estamos con ella» manifestaba orgulloso el alcalde.

La señora Teresa González Crespo pujo fuera, una y otra vez, hasta los 400 euros, para obtener la suerte y gloria de que su familia introdujera la Virgen del Puerto en su ermita. Por ayudarle en su cometido otra familia, la de Manuel Campo, abonaba 200 euros.

La subasta del Ramo estuvo también muy animada llevándoselo finalmente por 350 euros el mozo que lo portó: Alberto Crespo. Se culminó con la subasta de infinidad de bollos y dulces.

En los días previos a la romería desde hace siglos se mantiene la tradición de «Poner la Parte». La costumbre consiste en que cada familia aporta dinero, ahora dos euros, y huevos para elaborar el ramo que luego es preparado artesanalmente. La romería antaño tenía lugar el 3 de mayo.