La «Raya» se convirtió ayer, como ya es tradición desde hace siglos cada primer domingo después de San Marcos, en un mágico lugar donde se cultivó la hermandad y la convivencia entre España y Portugal gracias a la romería internacional hispanolusa en honor a Nuestra Señora la Virgen de la Luz erigida por Aliste y Tras Os Montes como la protectora de la vista.

El temporal de frío y lluvia hizo un alto en su camino propiciando que miles de personas de ambos países disfrutarán de una animada jornada donde la devoción y comercio brillaron con luz propia junto a las comidas campestres entre robledales.

El santuario fue un hervidero de devotos llegado a él para postrarse ante la Virgen de la Luz, unos para ofrecerles sus oraciones y agradecerle los favores recibidos, otros para pedir por la salud propia o del algún familiar. Nadie salió de recinto sagrado si cruzar una mirada con la Gran Señora o tocar su bello manto de blanco, oro y brillantes.

La pradera acogió a los fieles devotos que también la acompañaron en su procesión portada por los cuatro ofrecidos, dos de ellos de España, Julián Martín Mielgo, de Moveros, y un vecino de Villadepera, junto a otros dos costaleros trasmontanos.

Tras cumplir con todos los rituales religiosos en la cima de la colina la Virgen de la Luz volvía a las 6 de la tarde en procesión a la iglesia de Constantim, de la que salió en la tarde de sábado, y donde permanecerá los próximos 364 días.

El comercio estuvo a la altura en lo tocante a numero de puestos y ofertas de productos de diferente índole. No obstante, así lo reconocían tanto los vendedores como los compradores, la crisis se está notando y la compraventa ha bajado notablemente, cifrándola algunos hasta en un 40% con respecto a otros años. A pesar de ello casi nadie salió de la romería de la Luz sin haberse comprado algo en el mercado o algún recuerdo en el santuario religioso.

En el aspecto positivo estuvo el diseño y reparto de puestos en el lado español, con pasillos más amplios y transversales. La novedad estuvo en que por primera vez los vendedores colaboraron voluntariamente con la organización aportando un donativo.

La limpieza de la zona de aparcamiento favorecía así mismo el fluido del trafico, aunque la aglomeración masiva invita a que con vistas a años sucesivos se efectúe un mayor control con vistas a aprovechar mejor los espacios. Guardia Civil, Policía Nacional y Guarda Nacional república realizaron una intensa labor en materia del tráfico y seguridad ciudadana.