Seis personas resultaron intoxicadas en la noche de ayer en sus viviendas en las localidades de Villafáfila y Burganes de Valverde debido a la mala combustión de los braseros con los que se calentaban en sus respectivos domicilios.

Así, dos mujeres de 43 y 68 años, que responden a las iniciales de Y.M.A. y J.C.B., un varón de 45 (J.L.R.C.) y dos menores -una niña de 13 años (A.M.R.M.) y un niño de 12 (J.R.M.)-, resultaron intoxicados en una vivienda de la calle Tente Tieso, en Villafáfila. La intoxicación que se produjo a las 00.03 horas, pudo deberse a un brasero, según informaron fuentes del Servicio de Emergencias 112 de Castilla y León.

La sala de operaciones del 112 dio aviso del incidente a la Guardia Civil de Zamora, a los Bomberos de Benavente y Emergencias Sanitarias. Sacyl envió un equipo médico de Villarrín de Campos y dos ambulancias Soporte Vital Básico. En el lugar, los facultativos atendieron finalmente a cinco personas, un niño de 12 años, una niña de 13, un varón de 45 y dos mujeres de 68 y 43 años, que fueron trasladadas posteriormente al Complejo Asistencial de Zamora en ambulancia Soporte Vital Básico.

En esta misma noche, una anciana de 88 años, cuya identidad responde a las iniciales E.G.F., resultó intoxicada en su casa, situada en el número diez de la calle Ermita de Burganes de Valverde. Al parecer, fuentes de Sacyl consideraron que el incidente, que se produjo sobre las 00.06 horas, se debió a la mala combustión de un brasero.

La sala de operaciones del 112 dio aviso del incidente a Emergencias Sanitarias que envió una UVI móvil y a la Guardia Civil de Zamora y a los Bomberos de Benavente. Tras ser atendida por facultativos, la anciana fue trasladada al Hospital Comarcal de Benavente.

La Agencia de Protección Civil recuerda que ante el más mínimo indicio de esta situación, aseguró que se debe cortar el gas y evitar toda chispa y focos de calor, además de no utilizar ningún electrodoméstico que pueda generar una chispa, no encender las luces, ni un mechero, ni tocar los timbres de las puertas, ya que podría dar lugar a una explosión. También, se recomienda abrir todas las puertas y ventanas que sea posible para facilitar la entrada de oxígeno y la desaparición del gas venenoso, así como colocarse un pañuelo en la boca y la nariz para evitar la intoxicación.

Los síntomas más habituales que puede presentar un paciente que sufre una intoxicación por gas son mareos, dolor de cabeza, vómitos, calambres e incluso, desvanecimientos súbitos. En caso de que alguna víctima no respire, se le debe practicar la reanimación cardiorrespiratoria hasta la llegada de los servicios de emergencia.