La imprudencia de una pareja de excursionistas zamoranos y la falta de comunicaciones para atender emergencias en el Cañón del Tera desencadenaron en la noche del Viernes Santo, amaneciendo para el sábado, una de las mayores operaciones de rescate de los últimos tiempos para localizar a tres bomberos del Consorcio Provincial de Rionegro del Puente.

La movilización fue amplia desde los propios miembros del consorcio de Rionegro, Bermillo y San Vitero, el GREIM de la Guardia Civil con sede en Castilla y León, varias patrullas de la Benemérita de El Puente, Lubián y Puebla, y personal de la Consejería de Fomento y Medio Ambiente, además de voluntarios de la Asociación La Montañera. Se crearon tres grupos de rescate que batieron desde primeras horas de la madrugada el perímetro entre el Cañón del Tera y la Laguna de Peces.

Una operación que terminó con final feliz a las once de la mañana cuando los tres rescatadores eran evacuados en helicóptero desde Presa Rota -Vega de Tera- hasta la sede del consorcio en Rionegro, donde se reencontraron con familiares, amigos y compañeros. Los tres profesionales se encontraban en buen estado y durante las horas que se perdió la comunicación eran conscientes de que habría preocupación por no dar con su paradero, lo que no sabían era que se había movilizado a un operativo de medio centenar de personas.

Los hechos ocurrieron pasadas la una de la tarde del viernes cuando los bomberos de guardia en Rionegro recibieron el aviso del 112 para rescatar a una pareja que decía haber perdido en el Cañón del Tera. La mujer que dio el aviso explicaba que bajaban por el Cañón dejando atrás la pared de la Presa Rota, sorprendidos por la niebla y la ventiscas de nieve que en ese momento se cernía sobre la Sierra y los había desorientado. Con esas indicaciones solo podía referirse al Cañón del Tera. Sobre las dos de la tarde el dispositivo de bomberos comenzaba el ascenso hacia la mitad del cañón, después de dejar el vehículo de emergencia en la carretera de Peces a la altura del paraje de Chanos de Anta.

Sin equipación debida, los tres bomberos ascendieron con unas raquetas y unos bastones facilitados por la Asociación la Montañera. Sin un localizador y sin GPS enfilaron e l cañón esperando entrarse a la pareja perdida lógicamente de bajada. No encontraron rastro del paso de ninguna persona por la zona batida cubierta de nieve, ni se podían ver las señales por el espesor de la capa.

Después de seguir la ruta del Cañón exploraron la zona cercana al río hacia Vega de Conde continuando la búsqueda. A las nueve y media de la noche con condiciones desfavorables sin luz, con ventisca y niebla se guarecieron en el refugio de Vega de Conde. Durante las siete horas y media de búsqueda no ingirieron ni comida no bebida pero se encontraban bien físicamente, aunque lógicamente cansados. Su preocupación era precisamente la preocupación del resto de compañeros y la familia ya que una vez perdieron la cobertura de sus móviles no pudieron comunicar su posición al resto de operativo de rescate. Durante el tiempo que estuvieron en el refugio pudieron secar la ropa y comer algo, e incluso echar una partida de cartas para pasar el tiempo. Estaban tranquilos porque no estaban perdidos ya que sabían dónde estaban, donde querían ir y cómo descender. Estando en el refugio su otra preocupación era la pareja perdida porque si dormían fuera del refugio tenían pocas posibilidades de sobrevivir por el frío. Los dos excursionistas fueron localizados al poco tiempo de dar el aviso de que estaban perdidos, situación que los tres bomberos desconocían ya cuando ascendía Cañón arriba.

Ayer por la mañana los bomberos iban a seguir la ruta hacia la Laguna de Peces. Fue en ese intermedio cuando desde Vega de Tera se les avistó y al momento ellos divisaron el helicóptero del Grupo Especial de Rescate de Montaña asentado en Vega de Tera.