El proyecto Frontera Natural nacido con el objetivo de afrontar la recuperación integral y sostenible de las áreas naturales de la Raya de España y Portugal ejecutará en una primera fase 58 de los 100 proyectos previstos, siendo la principal beneficiaria la provincia de Zamora con actuaciones en 30 pueblos, frente a las 10 en Salamanca y las 18 de Tras Os Montes y Alto Douro. Así lo decidía el Consejo General de la Agrupación Europea de Cooperación Territorial «Duero-Douro» en la reunión celebrada en pasado miércoles en la población salmantina de Robleda.

Frontera Natural es una innovadora iniciativa que cuenta con un presupuesto global de 800.000 euros, de los cuales 600.000 cuentan con la cofinanciación de la Unión Europea a través del Fondo Europeo de Desarrollo Regional dentro del Programa de Cooperación Transfronteriza España-Portugal 2007-2013.

Las cien actuaciones previstas se distribuyen entre las 15 a realizar a través de acciones de voluntariado ambiental, 5 mediante voluntariado empresarial o corporativo, y 80a licitar mediante concurso público.

En Zamora la comarca más beneficiada en el primer reparto es Aliste, Tábara y Alba con 11 actuaciones donde hay que destacar la recuperación de Valverde en Villalcampo ( paraje donde tiene el santuario la Virgen de la Encarnación y se celebra la romería en septiembre), la «Cueva de la Peña Mora» en Rabanales y el entorno de «La Casilla» junto al embalse del Esla en Muelas del Pan.

En Sanabria, donde habrá ahora 7 actuaciones, brillan con luz propia la recuperación de las laderas del Castillo de Puebla, las pozas del lino de Hedroso en Porto, el nacimiento del río Manzanas en Manzanal de Arriba y el Monte Tejedelo en Requejo.

Según Bernardo Casado, vicepresidente de Duero-Douro, Frontera Natural, mediante la «restauración de espacios degradados, principalmente por el hombre», busca reforzar el empleo en el medio rural y el dinamismo económico de frontera, reforzando el eje social a través de la revalorización de la identidad ambiental de un territorio rico en biodiversidad, evitando así «la perdida del vínculo existente entre la población y su territorio con la consecuente mejora de la calidad de vida y consiguiendo la fijación de población en el medio rural».