Roberto Fariza ha sacado a la luz un Diccionario Fermosellano, después de recopilar durante dos años más de 700 palabras, frases y expresiones tipícas de Fermoselle.

En la primera tirada se han imprimido 200 ejemplares que recogen vocablos y palabras curiosas, muchas relacionadas con el cultivo del olivo y la vid, otras con la caza y la pesca, con los animales que vivaquean y dan vida al territorio. Son términos utilizados por personas de avanzada edad y que, en muchos casos, desconocen las generaciones jóvenes y que, por tanto, corren el riesgo de perderse del uso cotidiano y tradicional. Palabras como «Yorga» o «Llorga (agujero en el suelo donde el conejo de monte pare y cría a sus gazapos); «untapijas» (planta herbácea de flores amarillas que produce un jugo lechoso, con esta planta se gastaba bromas a los jóvenes diciéndoles que aumentaba el tamaña del pene, y lo que producía era una gran irritación); «tinguida» (horca); «torda» (zorzal común) están integradas en es persona y particular obra de Fariza. Otras como «raldar» (bancos de la pesca en los días que están en celo), «pincillete» (grupo de hojas de olivo a un mismo tallo, que por acción del vareo del olivo se suelta del mismo) y «papialgo» (garduña) también dan contenido a un trabajo que se fue consolidando con paciencia y atendiendo a las expresiones que soltaban por su boca personas de muchos años de labranza y campeo. Es un documento que conserva e inmortaliza el habla popular de una villa de gran apego a la naturaleza.