El equipo del Plan de Intervención Románico Atlántico ha iniciado la restauración del retablo mayor de la iglesia de Santa Marina, en Sejas de Sanabria. Se trata de una pieza del siglo XVII, de madera tallada, dorada y policromada.

Románico Atlántico es un proyecto de colaboración transfronteriza para la conservación del patrimonio cultural en el que intervienen la Junta de Castilla y León, la Fundación Iberdrola, la Secretaría de Estado de Cultura de Portugal y la Fundación Santa María la Real, además de las Diócesis de Zamora, Astorga, Salamanca y Ciudad Rodrigo.

La actuación, según detallan responsables del proyecto, «se centra en el retablo mayor, una pieza del siglo XVII de madera tallada, dorada y policromada, de estilo prechurrigueresco».

Apuntan, además, que «estructuralmente es un retablo de corte clásico que se organiza en tres cuerpos horizontales y tres calles verticales. Consta de varias imágenes de talla policromada y bulto redondo. En concreto, aparece la figura de la patrona Santa Marina y junto a ella dos escenas paterno-filiales: San Joaquín con la Virgen Niña y San José con el Niño Jesús».

Respecto al estado de conservación ponen de manifiesto que «inicialmente, no parece que el retablo presente daños estructurales de gravedad pero si se detecta un fuerte ataque de insectos xilófagos que ha provocado la pérdida de densidad y resistencia en la madera. Aspecto fácilmente perceptible en esquinas y salientes, es decir, en las zonas más expuestas a golpes y rozaduras».

En lo referente al estrato pictórico exponen que «el revestimiento metálico de la superficie presenta buen estado de conservación. Asimismo, las policromías de las tallas no presentan alteraciones importantes y, desde el punto de vista del espectador, no se aprecian repintes ni intervenciones anteriores. En general, la superficie pictórica presenta una importante oxidación de los colores y de su capa de protección». Los especialistas aprecian, además «un abundante depósito de polvo inorgánico y de restos microbiológicos, como nidos de insectos y telas de arácnidos».

En lo tocante al tratamiento se indica que «tras llevar a cabo los estudios y pruebas pertinentes, actualmente se está abordando la intervención in situ que consta de tratamientos de conservación y de restauración». El objetivo fundamental de la conservación «es devolver la estabilidad estructural a cada uno de los elementos del retablo. Para lograrlo se efectuará un tratamiento antixilófagos, se consolidará el soporte de madera, se reconstruirán los soportes de las piezas que así lo requieran, se procederá a la readhesión de los fragmentos desencajados, se aplicará un tratamiento anticorrosivo y, finalmente, se realizará la readhesión de los estratos polícromos». Por lo que respecta a los tratamientos de restauración, en general, se llevará a cabo «la eliminación de barnices oxidados o repintes, limpieza del polvo superficial, nivelación y reintegración cromática, consolidación, reintegración del soporte y de la película pictórica y protección».

La intervención en Sejas de Sanabria se completará «con la actuación en el edificio, centrada principalmente en la aplicación de las Nuevas Tecnologías, a través del Sistema de Monitorización del Patrimonio (MHS), desarrollado por la Fundación Santa María la Real». El proyecto, aseguran, «permitirá la instalación de diferentes tipos de sensores, que servirán, entre otras cosas, para garantizar la conservación preventiva del edificio».

La actuación en Sejas de Sanabria no será la única que los promotores del Plan Románico Atlántico porque la Consejería de Cultura de la Junta de Castilla y León, Fundación Iberdrola y el Gobierno de Portugal abordará la segunda fase de la actuación en la iglesia de San Martín de Castañeda.