El prestigioso fotógrafo Rafael Sanz Lobato, Premio Nacional de Fotografía del Ministerio de Cultura en 2011, será el encargado de ilustrar, con una estampa en blanco y negro tomada en el año 1970, el primer cartel oficial de la Semana Santa de Bercianos de Aliste, ya declarada por la Junta de Castilla y León como Fiesta de Interés Turístico Regional.

Rafael Sanz Lobato, nació en Sevilla, junto a la iglesia de San Gil, en agosto de 1932, en una familia de ferroviarios que desde muy niño le llevaría a una vida errante y. según reconoce el mismo a este periódico, le obligó a «convertirse en un ciudadano del mundo». Aunque andaluz de nacimiento y su padre era manchego, por su venas corre sangre zamorana, no en vano su abuelo y bisabuelos maternos eran zamoranos de pura cepa, originario de Faramontanos de la Sierra: «Pueblo donde nunca he estado ni al que nunca conocí». Solo sé su nombre porque mi madre me lo dijo».

El Miércoles Santo de 1970 -tras comprarse una revista «Triunfo» que «nos gustaba a los progres de izquierdas», y ver unas fotografía de la Semana Santa alistana que le cautivaron- cogía su Seat 600 y salía camino de Zamora, hospedándose en una pensión de Alcañices desde donde se desplazaba al pueblo ribereño del Aliste para presenciar todos los actos de la Semana Santa.

Su primer recuerdo al hablar de Bercianos le emociona: «La Semana Santa de Sevilla es especial, la de Bercianos es verdadera, única por su realismo y tradición» e incide que «al ver a la s gentes de Bercianos procesionar, rezar, con tanta sencillez y devoción, se me pusieron los pelos de punta». «La tradición cuando es verdadera, seas creyente o no, te hace tener fe, a pensar que debe de haber un ser superior, no sé si Dios» expresa.

En su primer visita a Bercianos tiró 12 rollos, 432 estampas que se han convertido en parte imprescindible de la memoria de la Semana Santa rural de España. La revista «Photography Anual», de Estados Unidos, le compró a Lobato una selección de aquellas imágenes por las que cobró 1.000 dólares, aproximadamente lo que él cobraba por su trabajo en tres meses en la empresa «Entrecanales y Tavora» donde empezó a trabajar con 21 años: entonces tenía ya 38. Aunque estudió Comercio Mercantil nunca ejerció y su pasión siempre fue la fotografía. Volvería en dos ocasiones más a Bercianos, en 1971 y en 1975, junto a su amigo Juan Antonio Sáez. Camino ya de los ochenta años, Sanz Lobato, en referencia a la fotografía, parafrasea al escritor castellano Miguel Delibes y señala que la «buena fotografía viene a ser como cazar las perdices a mano». Cuarenta y dos años después su obra vuelve a Aliste.