R. M.

Lauro Sánchez Serrano, de nacionalidad colombiana pero vinculado -su padre es de El Puente- a la comarca de Sanabria, ahora encarcelado por tráfico de drogas, muy conocido en el mundo de la noche madrileña y supuesto dirigente de un grupo mafioso, mantuvo como empresario influyente vínculos con futbolistas de élite, casi todos del Real Madrid, según publica en su último número «Interviú», revista que sustenta esta información en base a algunas grabaciones del sumario del caso en poder de esta publicación.

«Interviú» asegura que Lauro Sánchez Serrano conocía al entonces capitán del equipo blanco Raúl González y fue el encargado de buscar la casa para Cristiano Ronaldo. En el sumario de la «operación Edén» y también en relación con su función como empresario aparecen citados, según la misma fuente, futbolistas como Guti, Diarrá, el Kun Agüero y Paulo Futre, además de famosos del mundo del espectáculo.

La revista, que cita fuentes judiciales, asegura que Lauro Sánchez, disfrutó del palco en la final de la Copa del Rey, que se celebró en Valencia en 2009. Allí estuvo, junto a una pléyade de famosos y autoridades, gracias, al parecer, a la invitación del entonces jugador del Real Madrid Raúl González. «Interviú» que vuelve a citar fuentes judiciales, asegura que Lauro y su esposa eran amigos del matrimonio González Sanz, al que incluso han visitado en Alemania.

La publicación recoge un informe policial que define a Lauro Sánchez Serrano como el responsable de un entramado social vinculado al sector servicios, «si bien esta no es más que una imagen que oculta a uno de los elementos más significativos de las manifestaciones criminales de carácter organizado asentadas en el territorio nacional».

Laurentino (Lauro) Sánchez, según la popular revista, nació en Colombia y es el supuesto dirigente de un grupo mafioso, encarcelado por tráfico de drogas tras la «operación Edén», un golpe a las mafias de la noche madrileña asestado por la Brigada Provincial de la Policía Judicial de Madrid y por la Comisaría General de Policía, que concluyó con 160 detenidos, 276 kilos de cocaína intervenidos, 27 millones de euros en metálico incautados y 200 millones de euros más en coches y casas bloqueados.

Lauro Sánchez, según publicó este periódico el 12 de diciembre de 2011 en una crónica firmada por D. Rodríguez, está vinculado a la comarca de Sanabria. Su padre es de El Puente y su madre colombiana. Está detenido desde hace un año. Cayó en la llamada «Operación Colapso», que culminó con la detención de 25 personas, miembros de una red que presuntamente se dedicaba al tráfico de estupefacientes y blanqueo de dinero.

La última vez que Lauro Sánchez, visitó la comarca de Sanabria fue con motivo de la muerte de un tío de El Puente. En esa ocasión aprovechó para visitar a su padre en la misma localidad. En la actualidad permanece encarcelado con su esposa en la prisión de Navalcarnero. El colombiano, enraizado en Sanabria es, al parecer, propietario de conocidos locales de copas, restaurantes y gimnasios de Madrid.

La investigación contra la mafia madrileña de locales de ocio comenzó, según recogió en su día El Faro de Vigo, en enero de 2009 tras el asesinato a las puertas de la discoteca Heaven de Madrid del portero de locales Catalin Stefan, un ciudadano búlgaro considerado mano derecha de «Ivo el búlgaro», líder de un clan dedicado a la extorsión y venta de droga en locales madrileños. Así, se descubrieron cinco ramas esenciales de las mafias madrileñas: introducción de cocaína a gran escala en España y su adulteración, un canal de distribución de la droga a mediana y pequeña escala a través de locales de ocio; actividades coactivas y violentas, bien por encargo o para la organización; servicios de control de acceso y seguridad en locales de ocio y una trama blanqueo de beneficios a través de un despacho de abogados.

La última fase del operativo policial, desarrollada a finales de octubre pasado, culminó con la detención de 49 personas. Los agentes se incautaron de varios kilos de cocaína, así como de diversas sustancias anabolizantes y esteroides. También se intervinieron armas largas, cortas, de fuego y dos pistolas «taser», chalecos antibalas y abundante documentación. En la investigación participaron agentes de distintos grupos de la Policía Nacional, con la colaboración de la Agencia Tributaria de España, la DEA y el FBI norteamericano, y policías nacionales de Colombia y Holanda.