Promover, difundir y defender los festejos taurinos en general, y en particular los espantes que se celebran durante las fiestas de la Visitación con su «esencia, originalidad, especialidad e idiosincrasia» es el objetivo primordial de la recién constituida Asociación Cultural Taurina Espantes de Fuentesaúco. Con un germen de 24 socios de todas las edades, aunque solo una mujer - «esperemos que sean más porque esto no solo es cosa de hombres», apuntan los promotores-, la nueva asociación quiere «cuidar los espantes y que recuperen su esencia, como eran antes, porque los últimos veinte años han caído en declive», apunta el presidente Jorge Rodríguez.

Este joven junto a otros chavales de su edad y otro puñado de saucanos amantes de la Fiesta han sacado adelante una iniciativa acariciada desde hace años. Junto a Jorge constituyen la directiva Luis Tomás Gullón como secretario, Mario Rodríguez como tesorero, y Oscar Marcos, José Manuel García, José Luis Lobo y Juan Manuel González como vocales. Todos ellos comenzaron a reunirse en agosto con el objetivo de formalizar una asociación que velara por la tradición más señera de Fuentesaúco, como son los espantes que se celebran el primer fin de semana de julio coincidiendo con las Fiestas de la Visitación.

La querencia por esta tradición taurina se ha manifestado de muchas formas -se creó una página web y se intentó formar un apéndice del Club de Amigos de Fuentesaúco específicamente centrado en la defensa de los espantes-, aunque es la primera vez que formalmente nace una asociación cultural encaminada a recuperar la originalidad y exclusividad de esta suerte característica de la capital de La Guareña. «Hemos visto en los últimos años cómo se ha ido deteriorando este festejo», lamenta el presidente de la asociación.

¿En qué sentido?. «Hay rasgos, como la conducción del ganado hacia la línea de espantadores, que no se hace como debería, en dirección perpendicular buscando la tranquilidad de los animales mediante una conducción al paso, en lugar del divertimento particular de algunos caballistas», apunta Luis Tomás Gullón. Los promotores de esta asociación quieren que «la gente se mentalice de que un espante no es una suelta de las reses por el prado, porque para eso hay muchas por otros pueblos. Hay que saber que el rito de Fuentesaúco es puramente dar los tres espantes de rigor».

En realidad la forma de conducción del ganado y la ejecución del espante debería ya realizarse siguiendo la ordenanza municipal que regula este festejo y que se aprobó en Pleno en el año 2007, pero hasta ahora se ha pasado bastante por alto. ¿Razones?. «No lo sabemos muy bien; lo que está claro es que hay un desconocimiento total de esta ordenanza por parte de los vecinos y nos cuesta entenderlo porque cumplirla facilitaría la labor y daría mayor éxito al festejo», apunta Jorge Rodríguez.

Con la nueva Asociación Cultural Taurina Espantes de Fuentesaúco se pretende no caer en el mismo error. Por ello los directivos han mantenido reuniones con el alcalde y trabajan en una síntesis de la ordenanza para fijarla en diez normas básicas de obligado cumplimiento en las próximas Fiestas de la Visitación. Normas que se basan en mantener una dirección perpendicular y al frente con la manada; no maltratar a las reses utilizando solo herramientas tradicionales (porro o varas) como elemento disuasorio; evitar cansancio innecesario de los animales y no ejecutar suertes populares en la pradera «porque no es el sitio»; mantenerse el personal tras la línea de espante formando una barrera humana e intentar que la manda llegue lo más hermanada posible a su destino «para propiciar bonitas carreras entre los mozos».

Si en algo inciden estos jóvenes es en la «defensa de la integridad del toro. Queremos que se le respete, se le cuide y reciba una buena lidia. Para nosotros Cuéllar es la perfección hecha festejo popular». Y esa sana envidia hacia los considerados como encierros más antiguos de España quieren que se traslade a una fiesta tan genuina como son los espantes de Fuentesaúco.