La munición para la caza sin componentes de plomo está en sus últimas pruebas técnicas y desarrollo final para comprobar su eficacia, por lo que la Real Federación Española de Caza (uno de los principales promotores de la iniciativa) subraya que «se abren expectativas muy alentadoras» tanto para los cazadores, como la industria y, también, para los armeros.

El delegado provincial de Caza, José Antonio Prada, expresó ayer que «existe una buena disposición del sector de los cazadores siempre que el material de sustitución no encarezca el precio y que no haya que cambiar las escopetas, porque nosotros estamos con todo lo positivo y a favor del medioambiente».

El mundo de la caza lleva años expectante y a la espera de que por fin salgan al mercado unos cartuchos sin plomo, no provocadores del plumbismo (envenenamiento con plomo) en las aves, ni de la contaminación de los ecosistemas.

Prada aludió a las referencias que hubo sobre el cambio del plomo por acero, pero precisó que «esto suponía la retirada de mucha gente de la actividad cinegética al no servir las armas manejadas hasta entonces.» De ahí el empeño por contar con otros materiales que tengan la misma eficacia que el plomo pero que no sean contaminantes. El biólogo, gestor cinegético y cazador, José Ignacio Regueras, que también hace hincapié en que la retirada del plomo es una cuestión que lleva más de una década en boca de unos y de otros, incide en el problema que puede derivarse si los nuevos materiales exigen un cambio de las escopetas.

La Real Federación de Caza explica que en los últimos años, los cazadores, las autoridades españolas y europeas han observado la percepción general de la población, preocupada por las contaminaciones, y se han puesto entre sus objetivos la progresiva e inexorable sustitución del plomo en los componentes de todo tipo, entre ellos, en la munición empleada para la caza.

Más allá de su mayor o menor toxicidad para la salud de las personas y en función de su repercusión en la naturaleza y las especies, la política emprendida es la desaparición de la munición de plomo a medio plazo. Por ello, la Real Federación de Caza y la Federación de Asociaciones de Cazadores de la Unión Europea (FACE) que agrupa a más de siete millones de cazadores de los distintos países europeos, ya ha recogido esa preocupación en el dossier informativo de su Asamblea General (apéndice IV) del 5 de septiembre de 2011, en el que señala que los cazadores deben «mostrar liderazgo en esta materia», por lo que coordina con sus socios iniciativas para «anticipar y gestionar soluciones relacionadas con la munición».

Por su parte, la AFEC, que agrupa a todos los fabricantes españoles de cartuchos de caza y munición deportiva, ha defendido «cualquier avance tecnológico y medioambiental», como puede ser la sustitución del plomo por otros materiales que puedan ser tan efectivos y sobre todo aceptables socialmente por el mundo de la caza».

Asimismo, anuncia que en cuanto existe un cartucho «económico y viable» con perdigones sustitutivos a los del plomo la industria española será la primera que defenderá su implantación genérica.

En ese sentido, la RFEC asegura que si todas las pruebas son positivas y el proyecto es económicamente viable, apostará por su implantación para cumplir con la normativa en este ámbito, que se irá estableciendo a nivel europeo y, en caso contrario, se opondrá.