El ganadero de Peque, Rafael Lobato, ha recibido más de una decena de denuncias, y tres expedientes sancionadores, desde que el pasado día 9 de junio comenzó a sacar los cadáveres de ovino de la explotación para dejarlos accesibles al camión de la recogida de animales muertos. Son denuncias incoadas por el Seprona y la Guardia Civil por un presunto delito contra el medioambiente y los recursos naturales.

Lobato afirma que el sacar los animales muertos de la explotación fue una determinación «obligada por resolución judicial» y después de haberlo puesto en conocimiento de diferentes organismos y administraciones. La sanción aplicable es calificada de «leve», en virtud de la Ley de Sanidad Animal, y la multa oscila entre los 600 y 3.000 euros.

Antes de que se procediera a sacar los cadáveres de la explotación de ovino, la Fiscalía provincial de Zamora archivó la denuncia presentada por el ganadero por la imposibilidad de utilizar el camino de acceso a la nave. La Fiscalía resolvió tras conocer el informe elaborado por el Seprona tras visitar el estado y viabilidad del discutido camino. Igualmente tuvo en cuenta un informe del jefe de Sección de Sanidad y Producción Animal del Servicio Territorial de Agricultura y Ganadería de la Junta que hacía referencia a que «la ubicación de ciertas explotaciones hace necesario que, de forma puntual o continuada, tenga que procederse al acercamiento de los cadáveres a un lugar accesible para el medio de transporte autorizado, para lo cual no se requiere permiso o autorización, siempre que se transite por caminos agrarios, observándose las normas higiénico-sanitarias aplicables a las explotaciones ganaderas».

El Seprona comprobó que Rafael Lobato podía trasladar con sus medios los animales muertos al punto de la carretera ZA-P 2657, donde puede llegar el vehículo de transporte, lo que no supondría ninguna infracción administrativa». «El denunciante posee al menos un remolque de pequeñas dimensiones con el que puede circular por el camino del Chano, por el acceso sur» informaba el Seprona según recoja la Fiscalía en su decreto.

La Fiscalía apunta que «el traslado de cadáveres hasta el lugar lo realizaría el propio ganadero de forma transitoria, al haberse aprobado la concentración parcelaria, beneficiándose su parcela de acceso directo a la carretera de Peque, sin problemas de ningún tipo para la entrada y salida de camiones».

La concentración parcelaria del término de Peque de Sanabria están en estos momentos en una fase de inoperatividad que no permite a los beneficiarios sospechar siquiera cuando podrán contar con la nueva reestructuración territorial.

En agosto del pasado año fueron propuestas las parcelas y se han presentado diversas alegaciones, algunas relativas a que se respete la unidad mínima de cultivo, tanto para el secano como para el regadío.

El ganadero Rafael Lobato ha remitido un escrito al Ayuntamiento para que notifique «si debe continuar sacando los animales muertos o que no puede retirarlos de la explotación ganadera». «Me consta que la empresa que presta el servicio ha informado a Agroseguro que está funcionando correctamente. Yo llamo y ellos lo retiran en el menor tiempo que les es posible». Lobato afirma que «hay ganaderos que me aseguran que si se les aplicara el mismo rigor tendrían que hacer frente a los mismos expedientes».