Moraleja del Vino se volcará mañana sábado con uno de sus hijos más ilustres, el insigne escultor Eduardo Barrón, del que se cumple el centenario de su fallecimiento.

A partir de las once de la mañana tendrá lugar la recepción de autoridades en el Ayuntamiento de Moraleja del Vino, donde se procederá al nombramiento de hijo predilecto de la localidad a Eduardo Barrón González a cargo del alcalde presidente Guillermo Freire Rodríguez.

A continuación tendrá lugar una conferencia sobre la vida y obra del artista a cargo de los ponentes Evaristo Muñoz (nieto del escultor), Alejandro Belaústegui (sobrino-nieto) y el arquitecto Ángel Casaseca Benéitez.

Tras la charla se celebrará el acto de descubrimiento de la placa en honor de Eduardo Barrón González en el Ayuntamiento Moraleja del Vino y la apertura del mural dedicado al insigne paisano realizado por el vecino del pueblo Ángel Vicente Pérez, en el patio del Colegio.

Un vino español en el edificio de usos múltiples pondrá el punto y final al homenaje.

Moraleja del Vino se ha sentido siempre orgullosa de su más importante escultor, y no sólo cuando llegó al reconocimiento como una figura artística importante, sino desde sus inicios. Hijo de una familia poco pudiente, fueron los propios vecinos los que a escote aportaron distintas cantidades de dinero que ayudaron a Barrón a formarse fuera del pueblo, como relata Ricardo Flecha.

De hecho, ya hace varios años que el Ayuntamiento de Moraleja del Vino le dedicó una de las calles más importantes de la localidad, la misma donde aún existe la casa donde nació el escultor, que se reconoce por la placa que recuerda la efeméride.