El nido de cigüeña situado en la torre de la iglesia de San Zoilo podría ser una de las causas, entre otras, del inclinamiento que presenta el pináculo más alto del edificio donde se encuentra situada la veleta, que desde hace un año no gira. Los vecinos que residen en los alrededores del inmueble religioso son los primeros que dieron la voz de alarma ante el Ayuntamiento por el riesgo que puede haber de que el pináculo caiga y cause destrozos e incluso daños personales.

Ya se han tomado las primeras medidas vallando parte del perímetro de la iglesia y se ha solicitado un proyecto de restauración para este elemento que corona la torre «ya que no es posible ver de cerca el deterioro que además del nido de cigüeñas puede deberse a la oxidación, la humedad, el hielo, el viento y otras inclemencias que han ido desintegrando el elemento decorativo con el que se corona la espadaña, un pináculo abombado propio de la arquitectura religiosa de mediados del siglo XIX que tiene en su diseño un problema por el estrangulamiento de la zona intermedia y la compañía de cigüeñas que pasados los 185 años de su construcción puede producir su derrumbe», según describe Santiago Martín.

La corporación de Sanzoles que preside Juan Jesús Gallego ya ha puesto la situación en conocimiento del Obispado y espera su pronta intervención porque en definitiva «una intervención urgente no tendría un coste más elevado de los 700 euros», tal y como explica la memoria del informe encargado.

La iglesia del Sanzoles, levantada en 1825, según reza en la puerta norte del inmueble, es toda ella de piedra arenisca, realizada de una sola traza si bien en la fachada norte se aprecian sillares de granito, «probablemente recuperados de otras construcciones más antiguas».

Aunque ha sufrido diversas remodelaciones, en su interior se mantienen, los arcos de piedra de la construcción original. El altar y la sacristía son de nueva construcción. En sus altares se encuentran, entre otros, tallas de Santa Rita, San Antonio, San Zoilo y San Esteban, que sale en procesión el día de la fiesta del Zangarrón el 26 de diciembre. Es esta mascarada local la que cuenta con el reconocimiento por parte de la Junta de Castilla y León de fiesta de interés turística regional.