El presente y futuro de las especies domésticas con problemas de subsistencia pasará inevitablemente por buscar la unión y la cooperación entre asociaciones, criadores y técnicos, a la hora de compartir conocimientos y experiencias. Solo «la unión hará la fuerza en tiempos difíciles». Esa fue la conclusión del Simposium Internacional Hispano Luso de Razas Autóctonas en Peligro de Extinción celebrado en San Vitero durante tres días por 132 congresistas de 52 asociaciones españolas y portuguesas.

Zamora sufrirá un duro revés en los próximos 15 años con la desaparición de más del 60% de las ganaderías del oeste fronterizo lo que supondrá perder más del 50% de las ovejas. Esa es la realidad pura y dura del estudio realizado por la Asociación Nacional de Criadores «Castellana» hecho público ayer. Ello traerá consigo la «Desaparición de las zonas de pastos, aumento de los incendios forestales, envejecimiento de la población y la desaparición de muchos de los núcleos rurales.

El sondeo del ovino en el occidente zamorano desvela que existen 166 ganaderías, la mayoría en Aliste (56), seguida de Sayago (50), Alba (20), Tábara (15), Pan (13) y Sanabria 12). De ellas sólo 7 explotaciones están inscritas como entidades asociativas con un tamaño medio de 1.250 cabezas. Las restantes 159 son ATP (Agricultores a Título Principal). El 63% (105) tienen más de 500 cabezas, pero de ellas el 78%, son atendidas por una sola persona, sin empleados, aunque la mayoría reconoce tener ayuda familiar.

Los datos hacen tambalearse el futuro social y ganadero del oeste zamorano: El 56% de las ganaderías, 93, «No tienen relevo generacional» y están condenadas a desaparecer antes de 2025, ya que sus dueños cuentan con una media de edad de 51 años. En las restantes 73 (44%) puede existir aún la posibilidad de relevo, aunque no es algo seguro. La vida de pastor no atrae a las féminas: solo 18 ganaderías tiene a una mujer como titular o cotitular.

Concepción González Rodríguez, directora técnica de Castellana propuso como actuaciones urgentes se consideran necesaria la concentraciones parcelarias y el control de depredadores. Citó como grandes problemas la «Falta profesionalización, hay muy baja autoestima, el trabajo es muy duro y hay que estar con las ovejas los 365 días del año. Hay sobrecarga. Un ganadero sólo no puede cuidar de 500 ovejas, eso es una burrada».

Isabel García Sanz, subdirectora general de Conservación de Recursos y Alimentación Animal, que clausuró el simposium junto al alcalde José Tola, apuntó: «Las razas autóctonas son prioritarias. Estamos trabajando en la modificación y adecuación del catálogo de raza, de lo autóctono puro, atendiendo a criterios de censo, pero también de genética: A corto plazo se pondrá en marcha el Banco de Genoplasma» y sentencio «Si todos buscamos lo mismo tenemos que trabajar juntos».