La Comisión Europea pedirá hoy a España que acceda a revisar las ayudas europeas que reciben sus agricultores y ganaderos para favorecer un reparto «más justo y equilibrado entre sectores y regiones», como parte de los cambios que quiere lograr en la negociación con los gobiernos europeos de cara a la reforma de la Política Agrícola Común (PAC) para después de 2013.

De acuerdo al borrador de la reforma al que ha tenido acceso Europa Press, Bruselas mantiene el propósito de eliminar los criterios históricos con los que se calculan las ayudas directas de los agricultores y que en principio favorecen a los antiguos Estados miembros, como España y Francia. Los países de más reciente incorporación a la UE ya cuentan con un pago único por hectárea igual para todo productor.

También plantea otras modificaciones como fijar un techo máximo al pago único para que no exceda de 300.000 euros anuales y evitar así que sean los grandes terratenientes los que más se benefician de los apoyos comunitarios. Este tope, sin embargo, no afectaría al proyecto de Bruselas de reservar el 30% de las ayudas para primar las buenas prácticas medioambientales.

El comisario Ciolos es partidario de fijar un pago básico por hectárea, a modo de «tarifa plana» para todos los agricultores y por ello pedirá a los Estados miembros con mayores diferencias en los pagos unitarios directos a agricultores, entre ellos España, que inicien un «ajuste progresivo hasta 2019» para que en esa fecha haya un pago único para cada sector por Estado miembro o por región.

La reforma que plantea Bruselas fija como prioridades garantizar el suministro seguro y de calidad de alimentos a la población, una gestión sostenible de los recursos naturales y el mantenimiento del «equilibrio territorial y la diversidad de las zonas rurales».

Bruselas piensa en una reforma para acelerar el cambio generacional. Así los agricultores y ganaderos menores de 40 años podrán cobrar un 5% más de ayudas anuales.