El cangrejo autóctono (Austropotamobius pallipes) está prácticamente extinguido del cauce del río Mena, uno de los cursos de agua con más importancia cangrejera en el siglo XX, cuando era capturado solamente por los habitantes del lugar para el autoconsumo. Esta es la firme y caótica conclusión del estudio y muestreo realizado a lo largo del verano por la Fundación «Te+Co» en el municipio de Rabanales dentro del programa de voluntariado «Moviéndonos entre Ríos: Mena y Cebal» dentro de la Estrategia Nacional de Restauración de Ríos del Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino.

Según se expresa en el estudio informativo, «este crustáceo está prácticamente extinto debido, principalmente, a la introducción de otras especies de cangrejos que han traído la enfermedad de la afanomicosis, un hongo letal para nuestro cangrejo autóctono». El muestreo se realizó en diferentes puntos, tras solicitar las autorizaciones pertinentes, con la colaboración de los Agentes de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León, «los resultados fueron desesperanzadores: no se encontró ningún ejemplar de cangrejo autóctono, lo que corrobora la mala situación de la especie en el lugar». Como consuelo queda el que los análisis hechos destacan que «el agua de los ríos Mena y Cebal es de buena calidad».