La Raya congregó el jueves a más de 300 personas para revivir la «Ruta del Contrabando» diurna entre España y Portugal. Españoles y portugueses, nativos, emigrantes y foráneos; niños, jóvenes y mayores, se dieron cita en la Plaza Mayor de Alcañices. Muchos de ellos deseosos de repetir la experiencia una semana después de hacer la marcha nocturna desde la Villa hasta Avelanoso, en el concelho de Vimioso.

Sonó la campana del Reloj de la Torre, Luciano y Jaimito lanzaron los cohetes. Los portugueses pusieron la música a ritmo de gaita de fole y acordeón.

A las 19.00 horas los senderistas iniciaban el camino desde la capital alistana hasta la freguesía vecina de Sao Martinho de Angueira, dentro del concelho de Miranda do Douro, cruzando campo a través valles y montañas. Alrededor de 10 kilómetros donde el tema principal de conversación, como no podía ser de otra manera, fue la vida y obra de quienes antaño hubieron de buscarse la vida fuera de la Ley como contrabandistas.

Alcañices y Sao Martinho fueron, debido a su situación fronteriza, tierras de contrabandistas y de carabineros y guardiñas. Tal era la situación que se conocían entre ellos y por el día podían compartir misa, rosario e incluso partida de brisca, para por la noche convertirse en enemigos íntimos: unos buscando una perras al estraperlo, los otros justificando el sueldo cobrado por hacer cumplir la ley.

Casos cuando menos curiosos se daban luego a plena luz del día cuando las mujeres de los guardianes de la Raya compraban a las de los contrabandistas los productos del estraperlo. Incluso en el cuartel se desayunaba con café torrefacto «Palmeira» y obviamente el Guardia Civil al degustarlo sabía de donde provenía. Pero a ver quien le levaba la contraria a la mujer que en la cocina era la dueña y señora de la casa.

Una vez en Sao Martinho llegaba la animación musical con la agrupación folclórica alistana «Manteos y Monteras» para continuar con una convidada popular ofrecida por los anfitriones lusos a base de productos típicos de la tierra trasmontana. Al final todos quedaron encantados de la experiencia vivida desde la convivencia y la hermandad.

El evento estuvo organizado por la asociación «Amigos de Sao Martinho» en colaboración con el Ayuntamiento de Alcañices y Voluntarios de Protección Civil.

La idea de las autoridades hispanolusas, así lo refrenda el alcalde de la villa, Tomás Carrión, es «poner en marcha y en valor unas rutas de senderismo entre España y Portugal, aprovechando los caminos o senderos que utilizaban los contrabandistas, con vistas a que los ciudadanos puedan practicar turismo rural verde y cultural internacional cuando lo deseen. La gente participa: esto le encanta».