Si algo evidenció la reunión entre el delegado de la Junta y los sindicatos agrarios sobre los ataques de lobo a las ganaderías es lo irreconciliable de sus posturas. La calificación de «totalmente infructuosa» descrita por el secretario provincial de UPA, Aurelio González, se demostró atinada a juzgar por las manifestaciones de ambas partes.

Porque, si bien el delegado de la Junta, Alberto Castro, agradeció la «disposición al diálogo» de las organizaciones agrarias, también se mantuvo en preceptos inadmisibles para los ganaderos. El fundamental, que el lobo no puede reducir su presencia a la Reserva Regional de Caza de la Sierra de la Culebra, como piden los representantes de los ganaderos. «No podemos declarar el resto de la provincia zona libre de lobo. Hay que cohabitar con el animal y también proteger al ganadero, por ello debemos establecer los elementos de gestión».

Castro mostró la cara optimista del problema. Como que al norte del Duero (donde la especie es cinegética), «se han cumplido en un 65% los cupos de lobo autorizados» con 19 ejemplares cazados (de los 28 autorizados), a los que se suma uno en el sur, abatido en La Guareña por la proliferación de ataques. Además, están autorizadas dos capturas más en la Alta Sanabria, donde se ha producido «un incremento notable» de los ataques al ganado, y en la zona de Villafáfila-Tapioles, donde se ha localizado «una manada de lobos que está haciendo bastante daño», especificó el delegado territorial.

Castro puntualizó que a lo largo de este año no se ha producido un «incremento sustancial» de los ataques de lobo. En concreto 26 al sur del Duero, con 278 cabezas de ovino muertas y 13 de bovino. Destacó la «disminución» de episodios en la Reserva de la Culebra, con 6 y 12 animales muertos. Y fuera de la Reserva, también al norte del Duero, 67 ataques con 192 reses muertas. Unos datos que los sindicatos agrarios triplica porque, alertaron, «el ganadero está cansado de denunciar, ya ni se molesta».

El delegado pretendió limar asperezas con el compromiso de «intentar cumplir al cien por cien los cupos cinegéticos y ser ágiles a la hora de pagar las ayudas, respondiendo en un tiempo rápido y oportuno».