Apenas duró media hora, pero fue suficiente para provocar importantes destrozos en los campos de Faramontanos y Santa Eulalia de Tábara. La tormenta de granizo que descargó a mediodía del martes en la zona ha provocado importantes daños.

Los maizales con las hojas desgarradas y las pocas parcelas de cereal que aún no se han segado -fundamentalmente avena y trigo-, con la espiga por los suelos; «el 80 ó el 90 por ciento de pérdidas», puntualiza Victoriano Martín, agricultor de Faramontanos de Tábara. Lo mismo se puede decir de campos de girasol y viñedos. «No veías ni el suelo, todo estaba hecho un mar de agua».

Los daños más visibles se observan en los huertos, donde la piedra ha dejado muy tocadas las plantas de hortalizas y los árboles frutales. Lechugas, tomates, cebollas, calabacines, pimientos... El día después de la tormenta los agricultores y propietarios de los huertos valoraban el alcance de los daños. A juzgar por la imagen más de los esperados. «Esto no se recupera, qué más quisiéramos», comenta Victoriano Martín desde una frondosa parcela de maíz que le podía haber dado entre 12.000 y 14.000 kilos por hectárea.

Después del pedrisco no alcanza a calibrar las consecuencias. «Pues si está muy tocado, a segarlo ya», apunta otro vecino que observa la tierra. Cuenta que en Faramontanos pudieron caer hasta 40 litros de agua con piedra. ¿De qué tamaño?. «De éste», y coge unas piedras en el camino más grandes que avellanas.

«Es que en un momento pasaron todo tipo de tempestades juntas, porque a la vez venía con viento muy fuerte, después, el agua, la piedra.... Lo ha dejado todo machacado», incide Victoriano Martín. A diferencia de Santa Eulalia, donde el pedrisco descargó a unos dos kilómetros del pueblo, en Faramontanos la tormenta cayó en el mismo municipio y los vecinos lo vivieron con el susto en el cuerpo, casi como «el fin del mundo», comparaba una señora. «Bajaban las calles como un mar», comentaba una vecina. «Yo ya me veía como en Andalucía», terciaba otra, en referencia a las fuertes inundaciones ocurridas la pasada primavera.