La Consejería de Medio Ambiente suprime desde el primero de julio los servicios estivales de vigilancia de las playas del Lago de Sanabria y el servicio de aparcacoches en las áreas de estacionamiento próximas a las zonas de baño, y queda pendiente el refuerzo del servicio de limpieza en las zonas de uso público del parque de cara a los meses de julio y agosto. El servicio de limpieza en el espacio natural ocupa durante todo el año a unas 4 personas y en verano se refuerza hasta una docena mayoritariamente de personas de los núcleos urbanos del parque natural. Los trabajadores eventuales trasladaban su preocupación por la desaparición de estos trabajos que salvan las economías domésticas, además ser de los pocos puestos de trabajo que se crean en la zona.

La pérdida de puestos de trabajo ronda los 30 empleos directos y solo descarga el gasto público del presupuesto del parque en 128.118 euros, lo que representa el 8% de un presupuesto anual ordinario. La supresión de los servicios se debe al recorte presupuestario al rechazar la Consejería de Medio Ambiente en Valladolid la propuesta de mantener los servicios formulada desde el propio Servicio Territorial de Medio Ambiente de Zamora y la Dirección del Parque Natural.

Los presupuestos, desglosados por partidas, que se destinaban a estos servicios son 45.524 euros a la gestión de los aparcamientos, donde además se recaudaba voluntariamente un euro entre los conductores para gastos de mantenimiento del parque; 48.680 euros en labores de gestión de vigilancia del parque; y 33.914 euros de recogida de basuras en el entorno.

La supresión de la vigilancia va a desencadenar los enfrentamientos y situaciones de tensión entre bañistas y automovilistas como ocurría antes de la instauración de estos servicios de regulación por el elevado número de personas que acuden a las zonas de baño y usan los equipamientos. El sobreabuso propició problemas para hacer cumplir las normas del parque. La contratación de una empresa de seguridad solventó buena parte de los problemas, según fuentes del Servicio Territorial. Al empresa de seguridad dotaba de seis puestos de trabajo durante dos meses, desde la fecha de la Concentración de motos, hasta los primeros días se septiembre. Los turnos de trabajo eran de dos personas de vigilancia entre semana y seis los fines de semana. La presencia de estos agentes de seguridad propiciaron que se corrigieran algunas conductas y que los usuarios del parque estuvieran concienciados sobre las normas y las obligaciones, explicaban ayer fuentes internas. Un trabajo, que según esas mismas fuentes, se pierde con la supresión del servicio y repercutirá además en el sobretrabajo que tendrán ahora los Agentes Medio Ambientales del Parque Natural. Es más la vigilancia se prolongaba hasta horas de madrugada en los lugares más conflictivos, como la orilla Este del Lago, por la existencia de establecimientos abiertos hasta altas horas de la madrugada, que congregan a numeroso público y que es uno de los principales problemas, como reconocía la dirección del parque hace unos meses. El pasado año, además la vigilancia se extendió hasta la Laguna de Peces.

Por otra parte los controladores de los aparcamientos, otra decena de puestos de trabajo, garantizaban que hubiera conflictos a la hora de estacionar, además de facilitar el flujo de vehículos en la carretera a Ribadelago, a su paso por las playas.

El secretario de la Federación de Servicios Públicos de UGT, Jerónimo Cantuche, hacía una valoración «negativa y totalmente en contra con esta reducción de servicios básicos, y la supresión de los puestos de trabajo, que se achacan a la crisis, en un lugar como es un parque Natural». El responsables sindical anunció que pedirá responsabilidades a la Junta por esta situación.