La Junta de Castilla y León ha sancionado a un ganadero de caprino de Villamor de los Escuderos por tener los perros sueltos y molestar estos a la fauna salvaje de un coto.

El ganadero de caprino, Jesús López, deberá pagar una multa de 39 euros por tener a los mastines sueltos junto a su ganado. La sanción viene motivada por la denuncia presentada por el guarda jurado del coto privado de caza de la localidad por «molestar a la fauna salvaje y piezas de caza tales como perdices y conejos».

Jesús López asegura conocer lo que la Ley de Caza dice sobre los perros sueltos, pero alega en su descargo que los canes (dos mastines y un careo) «son una herramienta de mi trabajo, no los tengo como compañía y generalmente están junto a las cabras y lógicamente duermen fuera del aprisco para evitar posibles ataques de lobos».

El ganadero, que tiene un rebaño de 300 cabezas, ha interpuesto recursos contra la sanción, de los cuales, según confirmó «ni me han contestado, ni me han hecho caso. Ni los han tenido en cuenta, frente a las denuncias presentadas por el guarda jurado a las que se le han concedido toda la credibilidad. Es más me dicen que de no cumplir las multas seguirán e irán en continuo aumento».

Por el momento, no se ha planteado la posibilidad de tomar medidas contra la perros, como atarlos. Afirma tajante que «seguiré con los recursos y si se tiene que ir al juzgado, pues se va, pero en qué cabeza cabe que yo tenga que tener atados o encerrados los perros. También me dicen que los tenga controlados».

Así, asegura con indignación que «la Junta tiene lobos por toda la provincia y de los daños no se hacen cargo, sin embargo, a mi me ponen multas porque los perros conducen mi rebaño». La resolución de la Junta ha provocado la indignación de la Alianza por la Unidad del Campo, formada por las organizaciones agrarias Coag y Upa que critican el proceder del Gobierno Regional y consideran que «para una efectiva protección contra el lobo, incluso frente a perros asilvestrados, es necesario que los perros de los pastores estén sueltos, porque atados no evitan ningún ataque».

La Alianza asegura a través de un comunicado que «los mastines, son precisamente lo que recomienda la Junta y que incluso regala a los ganaderos, dentro del plan de gestión del lobo. Cada vez que un ganadero sufre un ataque en comarcas al Sur del Duero, los argumentos principales que ofrece la Junta son que los ganaderos no están preparados para evitarlos pues no tiene perros mastines que protejan sus rebaños».

Para Upa y Coag es «lamentable esta forma de proceder por parte de la Junta de Castilla y León, máxime en esta coyuntura de proliferación de ataques que estamos sufriendo en Zamora y toda Castilla y León». Este hecho, en su opinión, parece evidenciar que la principal preocupación de la Junta «no es otra que la de imponer sanciones con un fin recaudatorio, pues consideramos que el sobreseimiento y archivo del expediente sancionador hubiera sido el justo proceder».

Por último, las organizaciones agrarias apuntan que «la Junta debe favorecer la actividad ganadera en extensivo, controlando la especie para minorar los daños del lobo en las explotaciones ganaderas, y pagar directamente los daños por bajas y lucro cesante. Los perros mastines y los de careo deben permanecer sueltos, para la necesaria protección y control del rebaño por parte del ganadero».