Una anciana de 80 años sufrió un presunto intento de violación cuando paseaba por una carretera de los alrededores de Villalpando.

Los hechos ocurrieron el pasado domingo, sobre la 7.30 horas, cuando P. I,, de ochenta años de edad, realizaba su paseo diario por la carretera que une la Villa con la vecina localidad de Villamayor de Campos. El tranquilo paseo quedó interrumpido cuando un joven, de unos 33 años, paró el coche cerca de la mujer y se abalanzó sobre la víctima con el objeto de abusar sexualmente de ella. Y hubiera logrado su fin de no ser porque unos vecinos de Villalpando que a esas horas se dirigían a un pueblo vecino vieron como un hombre y una mujer forcejeaban cerca de la carretera.

Cuando llegaron al lugar, según ha podido conocer este diario, quedaron estupefactos ante la escena al ver al presunto agresor prácticamente desnudo intentando forzar a la anciana que pedía auxilio a gritos. Ante la presencia de los dos hombres, un padre y un hijo, el presunto violador salió corriendo y logró montarse en el coche y huir del lugar. A pesar de ello, los testigos tuvieron tiempo de anotar el número de la matrícula del coche que conducía.

La víctima, presa de un ataque de nervios, fue trasladada al centro de Salud de Villalpando, donde después de una primera exploración y de ser atendida de los arañazos y contusiones que presentaba fue remitida al Hospital Comarcal de Benavente, no sin antes presentar la correspondiente denuncia ante la Guardia Civil. La Benemérita ha iniciado inmediatamente las investigaciones para dar con el paradero y la identidad del presunto agresor.

La anciana, P. I., es vecina de Villalpando, está casada con un vecino de Villamayor de Campos, que es carpintero jubilado y tiene dos hijas. Ha residido siempre en la Villa, por lo que es muy conocida y el hecho ha causado un honda conmoción entre los vecinos de la Villa que la califican como «una mujer agradable que tiene trato con todo el mundo». Asimismo, aseguran que «siempre ha estado muy pendiente de su casa y de su familia» y que desde hace tiempo, y por su edad, «se limitaba a dar paseos, eso sí siempre temprano».

Desde el día de los hechos no se ha vuelto a ver a la mujer por la localidad y se especula con la posibilidad de que esté en casa de alguna de sus hijas.

Tras el intento de agresión no se ha incrementado la vigilancia por el entorno de Villalpando y la vida vecinal transcurre con total normalidad a pesar del suceso. Según explicaron fuentes vecinales, «cuando se conoció la noticia corrió como la pólvora, porque la familia es muy conocida por el oficio del marido, pero pasado los primeros instantes lo único que se pretende es que pase el tiempo y se olvide tan desagradable suceso». Por otro lado, también aseguraron que a pesar del suceso «la gente no está alarmada para nada y sigue usando la zona para dar paseos como siempre».