Las escasez de sacerdotes obligará a una reorganización oficial del arciprestazgo de Aliste-Alba, ya en marcha en la teoría, cuya principal variante será el reparto de todas las parroquias de la Unidad de Acción Pastoral de Alcañices (Alcorcillo, San Mamed, Santa Ana, Villarino Tras la Sierra y Vivinera) entre los párrocos Francisco Ortega Vivente Rodríguez y Fernando Lorenzo Martín, dos de los curas más jóvenes, trabajadores y queridos de la comarca alistana.

Ortega Vicente vive en Nuez, siendo el responsable de dicha Unidad de Acción Pastoral que agrupa a 8 pueblos: Latedo, Moldones, San Blas, San Martín del Pedroso, Trabazos, Vega de Nuez y Viñas. Por su parte Lorenzo Martín reside en Valer cuya UAP integra a 7 parroquias: Valer, Bercianos, Domez , Flores, Fradellos, Gallegos del Río y Puercas.

La pasada Semana Santa ambos sacerdotes contaron, como ya es habitual, con el apoyo de las religiosas del Amor de Dios residentes en Bercianos, varios sacerdotes de Zamora capital y los celebrantes de la palabra, llegando también como apoyo a sus parroquias, por su propio deseo, varias monjas extremeñas, «Josefinas Trinitarias», desde la provincia de Cáceres.

«Con este equipo hemos organizado lo mejor posible los días de Semana Santa para que poder vivir todos los misterios centrales de nuestra fe» aseguran los sacerdotes alistanos.

Tras la reagrupación inicial ya realizada los dos arciprestazgos de «La Raya», pasados a ser uno y llamarse «Aliste-Alba» integran en conjunto a 84 parroquias y una población de 12.796 habitantes, con 10 sacerdotes: cada cura atiende a alrededor de 1.280 feligreses.

Teófilo Nieto (San Juan) es el cura más atareado de «Aliste» con 14 pueblos: El Poyo, Rábano, Ribas, San Cristóbal, San Vitero, Sejas, Tola, Rabanales, Grisuela, Lober, Matellanes, Tolilla y Ufones; y Marcelino Gutiérrez (Mahíde) con 10. En Alba Timoteo Marcos Gamazo (Carbajales), atiende 13: Losacino, Losacio, Manzanal, Muga, Vegalatrave, Perilla, Losilla, Marquiz, Navianos, Olmillos de Castro, San Pedro de las Cuevas y Santa Eufemia. En tiempos de crisis y de poco empleo, los curas son una excepción, a ellos se les amontona el trabajo día a día.