Un grupo de veinte alumnos de Antropología de la Universidad de Salamanca, todos ellos «en cursos de postgrado o doctorado» y procedentes en buena parte de diferentes países americanos, recorrieron ayer el territorio sayagués que hace algo más de medio siglo pisó cámara, bolígrafo y libreta en ristre el antropólogo y literato peruano José María Arguedas. Su trabajo lo plasmó luego en el libro «Las comunidades de España y de Perú», que constituye una obra y un documento gráfico invalorable por la visión que ofrece de la sociedad de aquel momento.

Dirigía el colectivo de estudiosos el profesor de Antropología, Ángel Espino Barrio, que definió el recorrido «como una práctica y un calentar el ambiente» para la conmemoración del centenario del nacimiento de Arguedas que se prepara para este verano en Bermillo a la figura del foráneo personaje. «Nos hemos adelantado desde Salamanca con un congreso de Antropología y esta es una práctica de campo», expresó Espino, que precisó que en el grupo hay alumnos de Chile, Perú, Brasil y Méjico....

Lorenzo Ferrero e Isaac Macías acompañaron al grupo dando a conocer pormenores del escenario que centró la atención etnográfica del investigador. De este modo se recobra la cultura de la zona que podrá darse a conocer y servir «para investigaciones que se realicen en el futuro».

En el Ayuntamiento de Bermillo fue organizado un encuentro con personas que conocieron o que cuentan con referencias muy directas de Arguedas para así profundizar aún más en la identidad del escritor peruano. Fue el caso de Consuelo Escalero, María San Lucas y José de Paula.

El alcalde de Bermillo, Norberto Núñez, expresó su satisfacción «por ver a gente trabajando en algo que es positivo», y solamente se limitó a señalar que «el Ayuntamiento es vuestra casa» para quedar al margen de todo acto electoral debido a que presenta a alcalde y no quiso mayor protagonismo.

El profesor Espina destacó en su alocución inicial que «para los estudiosos de las ciencias sociales tomar contacto con la localidad de Bermillo será una experiencia interesante y formativa». Resaltó que «Bermillo tiene un patrimonio que tienen pocos pueblos de España: y es haber sido objetivo de un estudio antropológico en el año 1958, que es algo del que no pueden presumir otros porque se cuentan con los dedos de una mano». Añadió respecto al trabajo de Arguedas que «es una obra de costumbres, un trabajo de campo que estudiamos después de 50 años» y que, al decir de Espina, «se seguirá estudiando en el futuro».

Sobre su forma de trabajar del antropólogo en cuestión, Consuelo Escalero señaló que «lo suyo era levantarse y salir por las calles. Le gustaba la gente cuanto más humilde, mejor. Una vez que comía volvía a salir y cuando regresaba traía el cuaderno lleno de apuntes. Andaba por todos los caminos y hablaba con todo el que encontraba». Asegura que a José María Arguedas «le gustaba muchísimo todo lo que fueran casas de lanchas y piedra», y, además, «opinaba que Sayago era como Perú».

Tanto Consuelo como María hacen referencia a que el antropólogo «no ponía nombres y apellidos y se limitaba a las iniciales. Pero los vecinos del pueblo, al conocer a la gente, lo ponen todo en claro». Arguedas no se limitó a Bermillo, también se desplazó a otros puntos como Fermoselle y Muga, «a donde acudía sirviéndose del coche de línea».

Bermillo quiere rendir este verano un reconocido homenaje al hombre que en 1958 se afincó durante seis meses en el pueblo y retrató y describió de una forma admirable la vida, las costumbres y las tradiciones del lugar.