«¡Puente ya!» grita el pueblo de Fresno de la Ribera. Alrededor de medio centenar de vecinos protagonizaron ayer un acto de protesta -que no pretende ser el último si no se dan soluciones- para reclamar la construcción de un paso superior sobre la vía del Tren de Alta Velocidad que enlace con la red de caminos rurales, actualmente bloqueados precisamente como consecuencia de las obras del AVE a su paso por el término de Fresno. Después de una infructuosa gestión de despacho, que comenzó en el año 2004 cuando se presentaron los primeros escritos pidiendo la construcción del paso superior, el pueblo de Fresno de la Ribera con el Ayuntamiento a la cabeza ha decidido pasar a la acción. «Si esto se mantiene así nos dejan completamente estrangulados, no tenemos posibilidad de pasar al otro lado del término si no es cogiendo la carretera de acceso a la autovía», explica el alcalde, Emilio Fernández.

Él mismo ha firmando cantidad de escritos remitidos a diferentes administraciones -Ministerio de Fomento, Renfe, Adif o Subdelegación del Gobierno-, exponiendo la «incomunicación en la que nos quedamos porque al dejar tan solo un puente, esta situación va a provocar una consecuencias extraordinariamente graves, no solo para la agricultura y la ganadería sino también para la seguridad de las personas». Argumentan los vecinos de Fresno que la obligatoriedad de utilizar la carretera de Matilla que a la vez da acceso a la autovía A-11 con tractores y maquinaria pesada, cuando no con ganado, para poder acceder a otras partes del término «es peligrosísimo», en palabras del agricultor Germán Juárez.

Y con el ánimo de que la Administración central aporte una «solución definitiva», algunos vecinos se echaron ayer a la calle. Empezaron concentrados en la Plaza de la Diputación y terminaron haciendo un recorrido simbólico por la carretera N-122 portando una pancarta en la que se podía leer «Solución definitiva al AVE en Fresno. ¡Puente ya!».

Emilio Fernández puntualizó que el pueblo «está a favor de que se haga el AVE, Zamora lo necesita; pero Fresno tiene que seguir viviendo como antes, con las mismas comodidades y dejándonos trabajar». La realidad es que la reciente historia del pueblo ribereño ha estado vinculada a los avatares del ferrocarril, con una «continua supresión y limitación de pasos». De los cinco originarios se suprimieron tres en los 70 coincidiendo con la modernización de la red ferroviaria y se construyó uno nuevo en el camino de la Portilla con el fin de dar salida al tráfico agrícola y ganadero. La vía daba gran permeabilidad a la localidad, ahora desaparecida con el AVE que ha dejado al pueblo con un solo paso en la carretera de Matilla.

La anécdota del acto de protesta la protagonizó una comunicación de la Subdelegación del Gobierno. «Vamos a esperar a ver si llega porque igual nos dan una buena noticia», comentaba el alcalde no sin cierto escepticismo. Pese a los problemas técnicos para recibir el escrito, al final entró y se desveló el secreto. La solicitud de la concentración se debería haber realizado «con una antelación mínima de diez días naturales, salvo que existan causas extraordinarias y graves que justifiquen la urgencia de la convocatoria, que en este caso no se acreditan». En definitiva, que para actos futuros se cumpla con el «requisito legal». Todas las esperanzas se evaporaron y cada uno se fue para su casa hasta nueva orden.