Miles de personas participaron hoy en la romería del Cristo de Morales (Zamora), una de las fiestas populares más importantes de la provincia, que este año se vio reforzada por el día soleado, en contraste con la celebración de 2010, que quedó deslucida por la lluvia.

Desde el pasado día 1 de mayo, los devotos del Cristo de Morales ya comenzaron a participar en las novenas y muchos zamoranos acudieron a las inmediaciones de la ermita, en Morales del Vino durante el fin de semana cuando las casetas ya abrieron al público. "Hubo un ambiente estupendo. De hecho, tuvimos que pedir a la discoteca móvil que parara porque la juventud seguía bailando a las seis de la mañana, cuando tenía que celebrarse la primera misa", explicó, en declaraciones a la Agencia Ical, José María Barrios, alcalde de Morales del Vino. "Hay mucha devoción para las primeras misas del día. Nos hemos acordado mucho del año pasado, de ese chaparrón increíble que nos cayó y que dejó la pradera intransitable", añadió.

La jornada festiva soleada proporcionó una especial motivación a los romeros, tanto moralinos como foráneos, que salieron en procesión a las diez de la mañana con la Virgen del Rosario desde la localidad, llegando a la ermita una hora después para participar en un templo abarrotado en la misa oficiada por el obispo de Zamora, Gregorio Martínez.

Por la tarde, los romeros comieron en la pradera en la que se encuentra la ermita. Antes recibieron la visita de la subdelegada del Gobierno en Zamora, Pilar de la Higuera; el delegado territorial de la Junta en Zamora, Alberto Castro; el presidente de la Diputación Provincial, Fernando Martínez, y la alcaldesa de Zamora, Rosa Valdeón, entre otros representantes de instituciones y entidades públicas y privadas. También asistió la corporación de Morales del Vino al completo. "Cuando hay romerías, siempre hay que mirar al cielo. Para los moralinos es una fiesta muy especial, es nuestro patrón", señaló Barrios.