La consejera de Agricultura y Ganadería, Silvia Clemente, abogó ayer por la regulación de los mercados para garantizar la seguridad agraria y alimentaria y la inversión en el mundo agrario, imprescindibles para poner fin al hambre y la pobreza en el mundo.

Así lo ha afirmado durante su intervención en el III Foro Europeo sobre Desarrollo Rural, que reúne hasta el próximo viernes en Palencia a más de 400 delegados de la Unión Europea, Asia, América y África.

El Foro ha sido organizado por la Comisión Europea, el Gobierno de España y la Plataforma Global de Donantes para el Desarrollo Rural.

Bajo el lema «La agricultura del futuro y el desarrollo rural en la lucha contra el hambre», este foro tiene como objetivo poner en común las experiencias recientes en materia de desarrollo rural, especialmente aquellas medidas centradas en reducir la inseguridad agrícola y alimentaria.

En este sentido, la consejera recordó que la volatilidad de los precios y la inestabilidad de los mercados han generado un efecto «pernicioso» en la seguridad alimentaria, y han situado a 44 millones de personas más por debajo del umbral de la pobreza, según los datos del Banco Mundial.

En este contexto se debate la nueva Política Agrícola Común, que tiene entre sus objetivos el de garantizar la seguridad alimentaria de forma que hasta 2050 se incremente la producción agraria en un 70 por ciento para poder alimentar a los 9.000 millones de personas que habitaran la Tierra, ha recordó Clemente.

Por ello, ha insistido en que la PAC debe centrarse en buscar herramientas de regulación de los mercados, «no de intervención», para lograr una mayor transparencia y evitar que las materias primas se conviertan en un producto financiero más.

En su opinión, solo evitando «este efecto perverso» se acabaría con la incertidumbre en el sector agrario y se garantizaría la continuidad de las inversiones en el mundo agrario.

La consejera de Agricultura, Silvia Clemente considera que la agricultura y la ganadería es una actividad que «no es posible deslocalizar en este mundo globalizado», y ha destacado la importancia que tiene el sector en una comunidad como Castilla y León, eminentemente rural. Por ello, la Junta «ha otorgado la máxima prioridad» al desarrollo del sector agrícola y ganadero y de la industria agroalimentaria, dotando a las zonas rurales de los servicios básicos necesarios, según Silvia Clemente. Por último, aboga por una organización horizontal de forma que todos los países «trabajemos juntos».