El Vía Crucis del Camino del Calvario de Bercianos de Aliste, uno de los elementos históricos y más importantes por su significación de la arquitectura civil y religiosa de la Diócesis de Zamora, ha sufrido un brutal ataque vandálico que ha causado graves e irreparables daños en tres de las dieciséis antiguas cruces graníticas que marcan la senda de uno de los desfiles procesionales de Semana Santa más significativos en religiosidad, mística e historia de la provincia: el Santo Entierro de la tarde de Viernes Santo.

La parroquia de San Mamed, a través del párroco de la Unidad de Acción Pastoral de Valer de Aliste, Fernando Lorenzo Martín, ya ha denunciado los hechos ante la Guardia Civil del Puesto de Alcañices que ha iniciado las investigaciones con vistas a dar con el autor o los autores de los destrozos causados.

Los vecinos y cofrades de Bercianos han mostrado su consternación y preocupación por la rotura de las cruces, hecho que repudian y condenan. Los hechos acaecidos a lo largo de la pasada semana suponen un atentado contra uno de los emblemas históricos del pueblo.

Según pudo conocer este diario, todo apunta a que puede tratarse de un acto premeditado pues no se rompió una cruz al azar sino varias en lugares bastante distantes entre sí. El autor o autores del acto vandálico tendrían que haber accedido al lugar seguramente con martillos y mazas.

El «Vía Crucis» que recorre el «Camino del Calvario» desde la iglesia de San Mamed hasta el actual cementerio se compone de 14 estaciones y 16 cruces, todas ellas de piedra de granito. Alguna de ellas presenta decoración con cruz en aspa o el número de la estación representado en números romanos como la primera estación situada en la cabecera de la iglesia parroquial. La piedra granítica, por su composición, delata su procedencia de las canteras de Fornillos de Aliste, a lo cual se suma que de dicho pueblo proceden la mayoría de las piezas de cantería labradas de las iglesias, casas y portales de la «Ribera del Aliste».

Los destrozos se han centrado en tres de las cruces, una de ellas la primera, dentro del casco urbano, pues esta colocada, junto al templo, donde tiene lugar el «Sermón del Desprendimiento» y el «Descendimiento de Cristo». En este caso se le arrancó de cuajo todo el brazo derecho.

La segunda cruz atacada es la número cuatro, una de las más antiguas del Calvario pues mantiene la inscripción latina en la parte inferior sobre la pena de piedra y presenta rebajes en la parte frontal y dos inscripciones: una cruz y un aspa en la unión de los brazos, salvados de casualidad pues al estar en una pendiente los golpes se le dieron en la parte trasera donde se reconocen claramente los golpes en el punto central del tronco y los brazos, lo que hace suponer que los autores querían romper y destrozar la cruz entera, aunque finalmente sólo le mutilaron el brazo izquierdo.

La peor parte se la llevó la cruz número doce donde, al estar más alejada del pueblo los vándalos se cebaron a golpe limpio hasta romperle los dos brazos.

No hay documentos que delaten la antigüedad del actual Calvario de Bercianos. Se sabe gracias a los manuscritos que las últimas cruces se colocaron hace 133 años. Algunas sin embargo, son de algunos siglos anteriores. Cuarenta días de Cuaresma separan los actos vandálicos de la Semana Santa.

El viernes se reunirá el Cabildo de la cofradía del «Santo Entierro» de Bercianos y abordará el asunto con vistas a estudiar las medidas a adoptar. Reponerlas de la misma piedra es imposible pues ya no hay canteras abiertas en Fornillos con lo cual una de las alternativas podría ser adquirirlas nuevas. El granito más parecido se extrae actualmente en Tras Os Montes.

«Es una pena porque son unos elementos arquitectónicos y religiosos únicos en la Semana Santa»

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Párroco de Bercianos