«Si el tiempo no lo impide y viene favorable para la ejecución de las obras, para el mes de agosto se espera que esté concluida la nueva carretera», denominada IC-5, precisaron fuentes empresariales dedicadas a la construcción de los puentes y algunos tramos del mencionado vial.

Las máquinas y los camiones pesados no dejan de bregar en estas fechas en uno y otro punto de la nueva vía, que ya aparece más que configurada hasta la localidad de Dos Iglesias, pero que se extenderá hasta Miranda do Douro distante solo cinco kilómetros, lo que enlazará más eficazmente la ciudad de Mogadouro con la frontera zamorana.

Según los empresarios «no está previsto ningún arreglo de la carretera que enlaza con la localidad próxima de Bemposta» y, por tanto, que conecte con el paso fronterizo de Fermoselle.

Se trata de algo más de cuarenta kilómetros de nuevo trazado que, sin embargo, no lleva las formas de ser una autovía ni mucho menos una autopista. Es una carretera de dos «fases», de una sola dirección, pero que mejora sustancialmente la carretera actual por cuanto que cincunvala las poblaciones y evitará el paso de las travesías de las localidades, presenta muchas menos curvas el actual trazado y dispondrá de una calzada mejor acondicionada.

Actualmente, hasta Dos Iglesias, el trazado está prácticamente concluido, pero está todavía pendiente en la parte más próxima a la frontera española del echar la rodadura o el alquitranado. Las empresas adjudicatarias se encuentran en plena tarea de construir puentes y pasos. A la entrada de Mogadouro, sin llegar a la ciudad, las obras están próximas a su conclusión y enlazaran con un nudo de comunicación.