Los pueblos de Mancomunidad Tierra del Vino se rebelan contra el canon que impone la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE), que califican como un auténtico «impuesto revolucionario» que obliga a abonar el ocho por ciento de todo tipo de actuación o espectáculo, incluyendo no sólo el caché de los artistas, sino también aspectos de intendencia, como «el alquiler del generador, las luces o el medio de transporte que utilice la figura o el grupo contratado».

La situación ha explotado o ha llegado a su límite cuando pueblos como Cuelgamures, Cubo del Vino, Venialbo o Fuentespreadas han recibido ya una citación judicial a raíz de las denuncias de la SGAE que conmina al pago del ocho por ciento de cada actuación en los últimos cuatro años, utilizando como prueba en muchas ocasiones los propios programas festivos que editan los ayuntamientos. La voracidad de la SGAE llega a tales extremos que ha cobrado por ejemplo, por la actuación de una banda de música militar, la de Ingenieros, en Corrales, o la de la orquesta de la comarca más conocida, Los Unys. «La actuación de la orquesta si toca canciones que tengan derecho de autor lo puedo llegar a entender. Pero que encima cobren por los gastos de representación ya es el colmo. Esto es un impuesto revolucionario», señalaba el alcalde de Madridanos, Ángel Sánchez, en la misma línea de consenso del resto de los ediles, que abordaban el asunto en la última reunión de la Mancomunidad Tierra del Vino, celebrada en la noche del miércoles en Morales del Vino.

Incluso alguno de los representantes municipales, como el alcalde de Casaseca de las Chanas, José María Rodríguez, alertaba a sus colegas sobre el contenido de las facturas, ya que en el caso de su pueblo, la SGAE reclama «por unas orquestas que ni siquiera han aparecido por la localidad». La situación tiene más que soliviantados a los alcaldes, y de hecho se oyeron expresiones contra artistas como Ramoncín, uno de los que más se ha significado en defensa de los derechos de autor, cuyo cobro está gestionado por la Sociedad General de Autores que dirige Teddy Bautista, el antiguo «Canario» cuyo sueldo asciende a 250.000 euros al año, y que se justifica precisamente en que ha logrado incrementar sobremanera la recaudación de la entidad privada.

Entre otras cosas, a costa de los vecinos de los pueblos, que tienen que abonar esta suerte de impuesto por cada mínima actuación o verbena de la que disfruten Ante esta situación los ediles presentes en la reunión, como el Madridanos, Casaseca de las Chanas, Cabañas, El Piñero, Cuelgamures, Cubo del Vino, Jambrina, Villaralbo, Fuentespreadas, Corrales, Venialbo, Casaseca de las Chanas, El Perdigón y Arcenillas acordaron por unanimidad estudiar medidas de acción para rebelarse contra este injusto canon, entre ellas redactar un escrito dirigido a la Federación de Municipios y Provincias para que tome cartas en el asunto, «puesto que sobre este tema no se ha pronunciado nunca, y es un auténtico saqueo para las arcas municipales».