Las operaciones contra el furtivismo y la comercialización ilegal de carne silvestre por parte de los efectivos del Servicio de Protección de la Naturaleza, de la Guardia Civil, ha sido los hitos más sorprendentes de este año en la provincia de Zamora, en lo tocante el mundo cinegético, que tantas pasiones genera. Operaciones, además, bien valoradas por gestores cinegéticos que consideran la caza como un recurso de rentabilidades y beneficios para el medio rural.

La operación más sonada fue la conocida como trama de Asturianos, -denominada «Operación Petardo» por las escandaleras de los tiros soltados por el monte- que tuvo una intervención directa sobre los presuntos implicados el 28 de abril, tras un silencioso seguimiento a través de escuchas telefónicas que hoy día están pendiente de que la Audiencia Provincial determine si fueron legales o ilegales. A resultas de la operación, fueron puestos a disposición judicial o interrogados tres miembros de una misma familia de Asturianos, más tres guardias civiles y otro cazador de la zona, y declaron varios hosteleros de la zona. Fue una operación de altos vuelos que no sólo destapó una presunta caza ilegal, también la posible comercialización de carne y de trofeos. El caso dio eco a la existencia de un furtivismo «por todos conocido». Precisamente, el caso arrancó por la denuncia de un particular también denunciado por la Guardia Civil por, al parecer, no llevar precintados los animales abatidos.

No faltan en la esencia del caso las presuntas amenazas sobre algún guardia civil de aplicar el peso de la autoridad. En la tramo de Asturianos intervinieron agentes especiales llegados de Madrid para así evitar soplos internos que pudieran tirar por tierra la operación.

El furtivismo ya había dado sus muestras unos días antes, cuando el 14 de febrero varios cazadores encontraron dos lobos trizados en un lazo en un escenario vedado de la caza, en Anta de Rioconejos. Al sorprendente hallazgo de los cánidos enlazados, se sumó la sorpresa de la presencia de cazadores por un vedado. «Este tipo de practicas ilegales fue ya denunciada por asociaciones ecologistas como Ascel, Ecologistas en Acción o la propia WWF resaltando que el numero de lobos muertos por el furtivismo se había triplicado en los últimos años» subraya un gestor cinegético afectado de lleno por las muertes ilegales de ciervos, corzos y lobos.

La Guardia Civil ha mantenido su celo durante el resto del año y, a resultas del mismo, fueron descubiertos y denunciados, tras el verano, dos contratados de Medio Ambiente para el control de la fauna con un jabalí «medalla de oro» en un vehículo.

El día del Pilar, 12 de octubre, la Guardia Civil llevó a cabo otra operación, dada a conocer más de un mes más tarde, que implicó al gestor de un coto de caza de La Carballeda, y a quien se le imputaba un presunto delito de caza furtiva y de venta ilegal de canales. Les fue incautada casi una decena de canales de ciervo, principalmente. Se da el caso, de que el denunciado, que ya declaró en el Juzgado de Puebla, defiende la legalidad de la caza y su transporte.

El Seprona también echó el guante, en noviembre y en Ferreras de Arriba, a tres jóvenes alistanos que portaban una cabeza de ciervo cuya procedencia no supieron acreditar. La Guardia Civil encontró el cuerpo descabezado de un venado en la Reserva de Caza. Para mayor abundamiento, también fueron detenidos dos contratados de Medio Ambiente con un jabalí.

El furtivismo ha vivido este año sobresaltos hasta ahora desconocidos.

Cronología

-Febrero de 2010. Un grupo de cazadores encuentra dos lobos atrapados en sendos lazos en un vedado del término de Anta de Rioconejos. El Servicio de Protección de la Naturaleza encuentra diseminados en el lugar más de una veintena de lazos.

-28 de Abril de 2010. Se desata en Asturianos de Sanabria la denominada «Operación Petardo», así llamada porque los tiros eran oídos hasta en el mismo pueblo. Se actúa contra la caza ilegal y el irregular comercialización de la carne y de los trofeos. En la actuación se encausa como presuntos implicados a tres miembros de una familia y a tres guardias civiles, más se llama a declarar a algunos cazadores y varios hosteleros. Fue una operación ejecutada tras escuchas telefónicas sobre cuya legalidad debe pronunciarse la Audiencia provincial.

-12 de Octubre 2010. El Seprona interviene varias canales de ciervos, y un jabalí, que son transportadas en un vehículo. Son piezas cazadas en la Carballeda y en las que el Seprona también involucra a un veterinario que certifica la documentación «sin el rigor necesario». El gestor cinegético implicado defiende la legalidad de la caza y del manejo de los animales. El caso fue visto recientemente en el Juzgado de Puebla de Sanabria.

-En noviembre agentes del puesto de Villardeciervos proceden a la detención de tres personas que portaban en una furgoneta la cabeza de un venado. Fueron imputados por presunto delito contra la Fauna al no poder certificar la procedencia del animal, parece se abatido en la Reserva Regional de Caza de La Culebra.

-Aunque sin mayor difusión, también fueron sorprendidos dos trabajadores de Medio Ambiente encargados del control de la fauna con un ejemplar de jabalí.

-Las operaciones del Servicio de Protección de la Naturaleza son valoradas positivamente por gestores cinegéticos por entender que «redundan en beneficio de la población y la economía local».

-El ciervo ha tenido este verano su propio descaste al sufrir la pasteurella biotipo 2, que se llevó por delante 140 ejemplares, según la Junta, y que los sindicatos elevan a 300.