Ganaderos de la comarcas de Tierra de Campos, Tierra del Pan y Norte del Duero exigieron ayer en Belver de los Montes agilidad en el el pago de las indemnizaciones por los daños causados en sus explotaciones por los ataques de los lobos durante una jornada en la que se analizó la problemática de los cánidos en la zona.

La reunión estaba englobada dentro del proyecto de cooperación transnacional «Wolf, Wild Life & Farmers» en el que participan cuatro grupos de acción local de la provincia de Zamora, así como otros grupos de la región, Galicia, Asturias, Rumania y Estonia.

El gerente de Adri-Palomares, Víctor Manuel de la Iglesia, explicó que «es un proyecto en el que se destaca que es el ganadero el que está manteniendo la biodiversidad y la especie a través de los ataques que está sufriendo. Se pretende compaginar todo. El lobo es una especie protegida, que va a estar ahí, pero también se pretende proteger al ganadero. Al mismo tiempo se tiene en cuenta que los ecologistas también tienen derecho a observar a los animales y hay que compaginar ese derecho y los cazadores también tienen derecho a cazar otras especies que los lobos están exterminando e incluso cazar al mismo lobo. Así que lo que se intenta con el proyecto es compaginar todos los intereses para que nadie pierda y todos ganen».

Durante su exposición, De la Iglesia dejó constancia que «es el ganadero es el que sufre los gastos y uno de los objetivos que persigue el proyecto es situar al ganadero como punto clave de la conservación de la especie del lobo. Está claro que si no hay ganaderos el lobo va a desaparecer», por ello abogó por «conservar al ganadero con unas compensaciones adecuadas a los daños que pueda sufrir o a la situación que tiene en ese momento. La clave está en que el ganadero se sienta recompensado por los daños que está sufriendo, sin esto lo demás es tontería». En el transcurso de la jornada se constató que «se ha detectado que ya no existe esa idea tan frontal de su exterminación. Hay que controlarlo y desde Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León se están solicitando controles en ciertas zonas de la provincia porque se está causando muchos daños».

La comarca de la Tierra de Campos sufre ataques de cánidos casi constantemente. El último hace escasos días en una finca del término municipal de Villafáfila, hay una docena de ataques reclamados en la actualidad y se certifica una presencia constante de lobos en la comarca por la cercanía de la Sierra de la Culebra y el Monte de El Raso.

Trinidad Rovira, ganadera de Cañizo, explicó como en agosto de 2009 un ataque de lobos le mató cincuenta ovejas y «no voy a cobrar nada porque me han aplicado la ley de caza y el ataque se produjo en una pradera mía que no es zona de caza, estoy criando lobos y ovejas a la vez». Asegura sentir «impotencia y con lo ataques que hay en la zona últimamente en la zona, si nos pueden indemnizar económicamente que lo hagan en derechos o en otras cosas pero que suplan las pérdidas». Es optimista respecto al programa «Wolf, Wild Life & Farmers», pero Trinidad Rovira asegura que «hay que sentarse, hablar y que todo sea compartido para las dos partes».

El ganadero Javier Domínguez Cámara de Pobladura de Valderaduey no ha sufrido últimamente la acción de los lobos en su ganadería pero es conocedor de las rondas de estos animales por la comarca, «tuve uno hace muchos años , no había la problemática que hay ahora mismo, pero entiendo que en la zona han sucedido muchos que no han quedado registrados y no te paguen los daños». Domínguez reclama que «se paguen los daños sin hacer absolutamente nada, en el número exacto de animales muertos y que no nos obliguen a hacer un seguro que nosotros no tenemos porque hacer. Nosotros no tenemos que defender al lobo porque no es nuestro. De quien sea que lo pague». Respecto al proyecto considera que «no es mala iniciativa» y espera que «con la unión se cree más fuerza y se nos haga más caso».

Teodoro Rodríguez Rodríguez de Castronuevo de los Arcos se ha librado hasta la fecha de la visita de los lobos en su ganadería, pero considera que «lo único que se oye es que no cobras un duro». Asegura que «vengo a enterarme un poco de lo que es el proyecto pero ya te certifico que el ganadero y el lobo no pueden estar nunca juntos».

«El asalto se produjo en una zona que no es de caza, estoy criando lobos y ovejas a la vez»

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Cañizo

«Nosotros no tenemos que defender al lobo porque no es nuestro»

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Pobladura de Valderaduey

«Tras los ataques de estos animales lo único que oyes es que no cobras un duro»

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Castronuevo