Como viene siendo habitual, el festival taurino que organiza San Miguel de la Ribera prácticamente cierra la temporada taurina en nuestra provincia, si exceptuamos el festejo de Fuentespreadas.

En este año el festejo ha sido mixto, compuesto de un rejoneador, Francisco Lobato, de Medina del Campo (que sustituía al anunciado Antonio Romero) y los matadores Román Lucero, Óscar Higares y los novilleros Alberto Durán y el venezolano Alfredo Parra.

El rejoneador de Medina del Campo, ante un eral muy pequeño, estuvo bastante aseado sobre todo con su caballo «Hechicero» con el que prendió dos banderillas que fueron del gusto del público y con su caballo «Navarro», un tordo con el que colocó una banderilla corta . Entró a matar dejando un buen rejón de muerte aunque tuvo que echar el pie a tierra para acabar con su oponente. La presidenta, muy benévola toda la tarde, le otorgó las dos orejas.

El zamorano Román Lucero apenas pudo demostrar lo que lleva dentro ya que su eral era muy distraído y siempre salía con la cabeza alta, sin emplearse jamás. Casi todo su trasteo lo realizó por el pitón izquierdo. Como no pudo realizar un toreo de arte tuvo que emplearse en un trasteo más alegre de desplantes y adornos. Mató de una estocada baja y el novillo acobardado dobló rápidamente por lo que la presidenta le concedió los máximos trofeos.

El madrileño Óscar Higares demostró que el que tuvo retuvo y su toreo de capa a la verónica tuvo empaque y gusto. Después de brindar al público desgranó tres series con la mano derecha que fueron de menos a más destacando la última de mano baja y muy templada. Por la izquierda el novillo tenía menos recorrido y tuvo que volver a echarse la muleta a la mano derecha. Aún siendo un buen estoqueador emborronó su actuación con un metisaca pero tuvo el detalle de volver a entrar y dejar una buena estocada que hizo que rodara el novillo sin puntilla. Como no podía ser de otra manera el público pidió los máximos trofeos para él y su vuelta al ruedo fue triunfal recogiendo las prendas que le tiraban desde el tendido.

El novillero zamorano Alberto Durán está para empresas más complicadas y fuertes y esperamos que el próximo año lo pueda refrendar en plazas de mayor categoría. Su toreo de capa fue lo mejor de toda la tarde con cadencia y lentitud llevándose toreado al novillo hasta los medios y allí rematando con una media que hizo que el público aplaudiera con fuerza. Después de brindar al público inició su trasteo con la mano derecha en series muy templadas y de no demasiados muletazos para hacerse con la embestida de su enemigo. Por la izquierda logró dos series de gran belleza, con lentitud y buen son. Para finalizar la actuación tuvo remates con redondos invertidos y un desplante muy torero. Su cruz, como siempre, la suerte suprema. Posiblemente se pase de faena y por ello le cuesta que los toros igualen. A este le costó bastante trabajo y por ello falló en su primer intento antes de cobrar una buena media, acompañada de dos descabellos. Si en otras ocasiones esto le ha hecho perder algunos trofeos, en esta ocasión el público respondió pidiéndole los máximos trofeos.

El venezolano Alfredo Parra quiso salir a revientacalderas y por ello saludó a su enemigo con una larga de rodillas. Después toreó a la verónica con más voluntad que acierto. Su novillo, que tenía muchos pies empezó a mostrar un peligro sordo sobre todo en el tercio de banderillas. En el segundo par, que quiso realizarlo al quiebro, aunque con el toro en movimiento, fue prendido y volteado aunque sin consecuencias.

A partir de estos momentos la lucha del joven venezolano con el morlaco fue un continuo suplicio. El toro que se rajaba y quería ir a toriles y el joven novillero que pretendía darle pases donde pudiera. Por ello no es nada extraño que volviera a sufrir otro revolcón sin consecuencias y a ser atropellado casi continuamente. Por otro lado, varios aficionados distraían continuamente al animal desde el callejón (¡tanto trabajo cuesta el vigilar un poco estos hechos!). Pasó un verdadero calvario para poder pasaportar a su oponente.

Ficha

Plaza

San Miguel de la Ribera. Festival taurino sin picadores. Casi lleno en tarde soleada.

Toros

Cinco novillos de Hermanas Román Menoyo de Toledo. Mansos y descastados. Los más potables, tercero y cuarto.

Diestros

El rejoneador Francisco Lobato:

Dos orejas.

Román Lucero: Dos orejas y rabo.

Óscar Higares: Dos orejas y rabo.

Alberto Durán: Dos orejas y rabo.

Alfredo Parra: Dos orejas.