Más de setenta personas de toda la comarca participan durante el mes de septiembre en el I Curso micológico organizado en el Centro de Desarrollo Socio-Cultural de El Puente de Sanabria, dentro del Proyecto de Regulación y Comercialización de los Recursos Micológicos organizado dentro de la iniciativa de desarrollo Myas RC.

Este programa de formación se ha desarrollado con anterioridad en comarcas de Tábara, Trabazos y Rabanales, además de realizar un curso específico para inspectores micológicos en Zamora.

El experto en micología y docente, Antonio Corral Alonso, dirige estas clases que se centran en la relación entre el ser humano y el mundo micológico, como parte fundamental del medio ambiente. La función que desempeñan los hongos en el medio ambiente es una de las lecciones fundamentales, además de sus aplicaciones no solo gastronómicas sino en campos tan importantes como la medicina o la investigación.

Los alumnos que asisten representan tanto al sector de restauración comercio y servicios, como los recolectores agrícolas o simplemente asociaciones micológicas locales y apasionados de las setas. De forma generaliza los dos cursos, 36 alumnos en cada turno, que han pasado por el aula se han interesado por un aspecto fundamental, diferenciar bien el tipo de setas que es comestible de las que no. No es fácil como reconoce Antonio Corral porque solo de champiñones existen 15 variedades «y no siempre están seguros de qué tipo de champiñón se trata». El no poder diferenciar con claridad esas especies «crea inquietud» entre el recolector.

Hay una clara diferenciación entre las especies que entran en la comercialización, y aquellas que son comestibles pero no tienen esa difusión. Las que se recogen para comercializar no generan prácticamente dudas y sí se diferencian con facilidad. Son las más demandas en las cadenas de comercialización y en las factorías para su tratamiento. Otras especies menos comunes o que nacen esporádicamente son las problemáticas para los no expertos.

Corral es un experto en el mundo micológico ya participó en la fundación de la Asociación Micológica El Lazarillo de Salamanca y en la Asociación Micológica de Zamora, formada actualmente por más de 280 socios.

Los recolectores de la comarca y las comercializadoras que compran en producto en origen para trasladarlo hasta las fábricas se han apuntado masivamente al curso por despejar dudas de cómo quedará la regulación, la constitución de cotos, el carné de recolector y los cupos por persona. La legislación regional actual, que se centra en el proceso de recogida para preservar el medio ambiente, se recoge también en el manual que usan los alumnos, elaborado por expertos de la Federación de Asociaciones Micológicas de Castilla y León, Famcal.

El alto interés de este curso quedó claro cuando se formó el primer grupo y muchas de las personas interesadas no pudieron entrar en ese primer curso y pidieron que se ampliara y se diera cabida a todos los interesados. A pocas lluvias de la apertura de la temporada de recogida de setas, los alumnos ya han recibido sus clases teóricas de micología, ahora comienzan las clases prácticas.