Trescientas hectáreas de terreno rústico de El Perdigón y sesenta y siete de Cazurra han ido a parar a Morales del Vino o al menos eso indican los recibos de la contribución, el IBI, que estos días están llegando a los agricultores y vecinos de ambas localidades, que no salen de su asombro ante tan insólito cambio de término municipal.

La modificación ha dejado boquiabiertos a los propietarios y los mismos alcaldes, quienes no salían de su asombro ante el sorprendente cambio de término, si bien el Catastro parece dispuesto a rectificar su error, para lo cual los afectados tendrán que presentar la oportuna reclamación, según explicaciones recibidas por el presidente de la Junta Agropecuaria de El Perdigón, Félix Lozano y la alcaldesa de la localidad, Amelia García, quienes se desplazaban ayer hasta el departamento correspondiente de la Delegación de Hacienda de Zamora. «Nos han dicho que puede haber un error topográfico en el Instituto Geográfico Nacional, y que lo van a parar, si bien los agricultores tenemos que presentar una reclamación».

El supuesto error ha tenido en vilo durante unos días a los afectados que veían como llegaban los recibos del impuesto de bienes inmuebles de rústica por un importe distinto al que más o menos viene siendo todos los años. «Son gente buena, y ellos mismos han ido a la Diputación, que es quien gestiona el cobro del impuesto municipal, y allí les han dicho que tenían menos hectáreas porque habían pasado al Ayuntamiento de Morales» explica Amelia García, alcaldesa de El Perdigón.

Ante el primer desconcierto los agricultores acuden a informarse al Ayuntamiento de Morales, donde aseguran no tener noticias de nada, y posteriormente a los ayuntamientos de sus pueblos, para conocer si había habido alguna noticia del Catastro de la que no se hubieran enterado.

Son los propios alcaldes al frente de estas administraciones locales, Juan Carlos Casas y Amelia García quienes desconociendo el asunto, al igual que ocurre a los agricultores, comienzan a informarse. Según indican, el Ayuntamiento de El Perdigón recibe una carta del Catastro el día 14 «en la que nos comunican que varias parcelas de este pueblo han pasado a Morales del Vino, pero sin especificar cuáles son. Incluso una de ellas la consideran como masa comunal, pero el propietario ha venido aquí y dispone de título para acreditar ser el dueño de la finca». A Juan Carlos Casas las noticias le llegan directamente de la docena de ciudadanos afectado «yo no he recibido ninguna notificación del Catastro».

Aunque el entuerto pueda ser fruto de algún error, a las mentes de los vecinos de estos pueblos ha vuelto un contencioso ocurrido hace más de medio siglo, en los años 40, que precisamente afectaba a la zona donde se ha producido el trasvase de tierras. Al parecer, entonces se planteó un contencioso por parte de Cazurra y El Perdigón contra Morales del Vino sobre la propiedad de los terrenos pertenecientes a un antiguo poblado situado en la zona cercana a la actual rotonda de la carretera donde confluyen los tres términos, a la altura del cruce de Peleas de Abajo.

El contencioso lo ganó, según algunas versiones, Morales del Vino, y según la mayoría, Cazurra y El Perdigón. De hecho hasta ahora los propietarios de estas fincas, la mayor parte vecinos de Cazurra y El Perdigón, tenían convenientemente registradas en el catastro sus parcelas en los correspondientes términos municipales y de hecho las expropiaciones de la autovía llegan con la ubicación correcta y se firmaron en estos ayuntamientos. Lo mismo había ocurrido con la concentración parcelaria de hace medio siglo.

Por eso a estas alturas es difícil de entender cómo las tierras cambian de término municipal sin aviso previo, ni exposición pública, ni posibilidad de alegar y sin que nadie parezca saber absolutamente nada, ni siquiera el teórico beneficiario, el Ayuntamiento de Morales.

«Son gente buena: ellos mismos han ido a la Diputación, que es quien gestiona el cobro del impuesto municipal, y allí les han dicho que tenían menos terreno»

Alcaldesa de El Perdigón