La villa de Tábara se convertía ayer en la capital del folclore de España y Portugal. La ancestral música de gaita, dulzaina, castañuelas, tamboril y flauta pastoril inundaron el místico ambiente de la Sierra de la Culebra mientras los danzantes hispanos y lusos impregnaban las calles con sus danzas y coloridas indumentarias bajo el tronar de los palos de espino. La comitiva desfiló desde el pabellón cubierto por las avenidas «Brilat Galicia» y «Capitán Cortés» hasta la Plaza Mayor donde actuaron: primero Muelas del Pan, luego Almaraz de Duero, seguidos de Fonte Aldeia y Tábara. Éxito total del evento organizado por el Ayuntamiento tabarés con apoyo del Patronato de Turismo y la Diputación.

La «Raya» mostró sus credenciales para la declaración de las «Danzas del Paloteo» como Bien de Interés Cultural y como Fiesta de Interés Turístico Internacional de la Península Ibérica. El tesón y la entrega de niños, jóvenes y mayores ha hecho resurgir a danzantes y pauliteiros de sus cenizas, recuperando lazos y vestimentas, demostrando que nunca es tarde para volver a los orígenes.

La danza del paloteo de Muelas del Pan decayó en los años sesenta y resurgía en los setenta y ochenta. Tras muchas horas de ensayos ha vuelto brillar con luz propia, teniéndose ya recuperados los 32 lazos religiosos y profanos, así como «La Bicha» y «La Contradanza».

En Almaraz la danza del paloteo durmió el sueño de los justos durante 37 años. La última actuación histórica tuvo lugar en 1936, luego llegó la guerra civil y sólo en 1948 se volvía a danzar. Dos danzantes del «36». el tío Alfonso «El Life» y el tío «Vicente» fueron los maestros que propiciaron su recuperación en 1983.

Fonte de Aldeia contó con el primer registro escrito sobre pauliteiros en Tras Os Montes y Alto Douro que bailaban por Santa Bárbara recorriendo las calles pidiendo limosna para la fiesta. En los años 50 comenzó a desaparecer para recuperarse en 1998 «gracias a un grupo de jóvenes orgullosos de su tierra, tradición y cultura». Sus danzantes han recorrido Portugal, con visitas a España, Francia, Alemania e incluso Cuba.

La recuperación de danza tabaresa ha estado unida a la labor del aula de folclore de «La Folguera» que ha logrado la formación de dos grupos uno infantil y otro de mayores, estando recuperados ya 17 de sus 25 lazos. Antes las danzas eran cosa de hombres: la entrada de las mujeres llegó en Tábara en 1960 y Almaraz en 1983. La danza del paloteo es mística rural, folclore social, hermandad y convivencia, cultura religiosa y profana: historia pura y dura.