El conductor de una carroceta de extinción resultó herido leve en al madrugada del viernes, al volcar el vehículo que manejaba cuando intervenía en la extinción de un incendio en el pueblo de Castromil, dentro del término municipal de Hermisende, y que calcinó 15,38 hectáreas de superficie.

El trabajador fue trasladado al servicio de urgencias del centro de Salud de Puebla de Sanabria porque había recibido un golpe en la cabeza. Tras su revisión médica el trabajador abandonó el centro por su pie pasadas las dos de la madrugada.

El accidente ocurrió sobre la una de la mañana cuando el vehículo, una de las dos autobombas movilizadas para la extinción del fuego, se precipitó por razones que se desconocen desde la carretera por un barranco de varios metros de altura y dio al menos dos vueltas en un desplazamiento lateral en caída. El conductor, de 36 años y natural de un pueblo de la zona de la Requejada, fue ayudado a salir por los compañeros que estaban en el operativo de extinción, y que seguidamente le trasladaron a Puebla.

La dirección de las labores de extinción reforzó en ese momento los medios para atajar la expansión de las llamas.

El incendio, según el parte oficial, comenzó pasadas las diez y media de la noche del jueves y se movilizaron 1 técnico del Centro de Control, 3 Agentes Medio Ambientales, 2 autobombas, y 2 cuadrillas de tierra. A las cinco de la mañana el fuego se dio por controlado y extinguido a las 18,30 horas.

Este es el tercer accidente que sufre un vehículo de estas características en lo que va de verano en la zona de Sanabria.

El último incidente se registró en un incendio en Pedralba de la Pradería, el pasado 12 de septiembre, cuando una de las autobombas se quedó atascada en un barrizal y no pudo regresar a su posición.

En este incendio participaron 1 Agente Medio Ambiental, 2 ACT de Rosinos, 1 camión bulldozer, 1 autobomba y 1 cuadrilla de tierra. Se quemaron cinco hectáreas de Robledal y se dio por extinguido a las seis de la tarde del día 13 de agosto.

Otro de los conductores que participaba en las labores de extinción en un incendio en el barrio de Candanedo en Puebla, el pasado mes de agosto, necesitó atención médica en el centro de salud de Puebla, debido a los cortes y las heridas causadas al explotar los cristales del vehículo que conducía.

Al parecer, debido a un cambio de viento, cuando se vio rodeado de fuego y uno de los helicópteros que participaba en las labores de extinción descargó la carga sobre el vehículo lo que provocó el estallido de los cristales.

El conductor salió por su propio pie y se refugió en la zona ya quemada antes de su trasladado al centro de salud por si sufría quemaduras. Los servicios médicos le atendieron de las heridas provocadas al salir disparados los cristales, que afortunadamente no revestían gravedad.

El conductor, de 36 años y natural de un pueblo de la zona de La Requejada, que intervenía en la extinción de un incendio en el término de Castromil, se precipitó por razones ayer desconocidas desde la carretera por un barranco de varios metros.

Fue ayudado a salir del vehículo por los compañeros que participaban en el operativo contraincendios, que le trasladaron al centro de Salud de Puebla.

El siniestro ocurrió hacia la una de la madrugada de ayer viernes, y la Junta daba por controlado el incendio hacia las cinco de la mañana.